TASKEN, Uzbekistán.– “Esta generación le deja mucho al futsal argentino. Ver a Brasil defender durante todo el partido en 10 metros dice mucho. Tiempo atrás pensábamos que no lo íbamos a vivir nunca”. El que habla es Pablo Taborda, capitán de la selección argentina, luego de perder la final del Mundial de Futsal frente a Brasil.
Quienes siguen este deporte hace tiempo, entienden el legado que se esconde detrás de aquellas palabras. Esta generación de jugadores, dirigida por Matías Lucuix, consiguió lo que muy pocos en esta disciplina: jugar tres finales consecutivas, conseguir un campeonato mundial y, como dijo Taborda, achicar las distancias con el hexacampeón del mundo.
Quizá por eso, antes del partido, Alessandro Rosa Vieira, más conocido como Falcão, campeón mundial con Brasil en dos oportunidades (2008 y 2012) y elegido cuatro veces como mejor jugador del mundo (2004, 2008, 2011 y 2012), dijo: “Será una final apasionante porque de un lado estará Brasil, que tiene más técnica y, del otro lado, estará Argentina, que tiene más equipo, más conjunto. Creo que ese equilibrio hace que no haya favorito”.
Y, frente a las 10 mil personas que se acercaron al estadio HUMO Arena de Tashkent, capital de Uzbekistán, la selección argentina fue un equipo durante los 40 minutos a reloj detenido que duró el partido. Sin embargo, Brasil fue más efectivo. Aprovechó una pelota parada y un contragolpe en el primer tiempo para levantar su sexta Copa del Mundo.
El partido arrancó igualado. Con ocasiones por ambos lados y atajadas por parte de ambos arqueros: Nicolás Sarmiento, por el lado de la Argentina y Willian, por el lado brasileño. Hasta que un tiro libre cerca del área agarró distraída a la defensa albiceleste. El pivote Ferrao, que jugó lesionado, empujó la asistencia en el segundo palo y marcó el 1 a 0.
Con el potrero en cancha –Ángel Claudino, Kevin Arrieta, Cristian Borruto, Luciano Gauna–, la Argentina tuvo varias oportunidades. Sin embargo, todavía en el primer tiempo y de un córner a favor, salió una contra brasileña que Rafa Santos –de rebote– intercambió por el 2 a 0.
Entre medio de los dos goles, la selección argentina solicitó revisión de video por una posible tarjeta roja: el brasileño Pito le pegó un planchazo a Claudino, pero los árbitros españoles –Alejandro Martínez y Juan Cordero– determinaron que sólo era amarilla para el pivote del Barcelona de España.
Durante el segundo tiempo, Brasil le cedió la pelota a la Argentina. A través del juego directo con el pivote, el equipo albiceleste encontró las mejores oportunidades. Pero, al igual que en el primer tiempo, se encontró con los guantes de Willian.
A falta de cinco minutos, Lucuix apostó por el arquero-jugador. Sacó tres formaciones diferentes, hasta que encontró en los pies de Matías Rosa el descuento a falta de dos minutos. Sin embargo, durante los últimos segundos del partido, fue más la esperanza albiceleste que las ocasiones reales creadas. El pitazo final sonó. Brasil volvió a ganar una Copa del Mundo –después de las conseguidas en 1989, 1992, 1996, 2008 y 2012–. Y la Argentina, al igual que en el Mundial de Lituania 2021, se quedó con el subcampeonato.
La derrota duele porque es la segunda consecutiva o porque –como dijo Lucuix– es “la última bala para varios jugadores”. También como aseguró el entrenador “hay pocas palabras que nos consuelen en este momento. Son detalles los que definen estos partidos y, otra vez, cayó para el lado opuesto. Pero la valoración de lo que somos e hicimos se lo dejamos a la gente”.
Y lo que la gente piensa de esta generación es aquello que declaró el excapitán de la selección argentina y campeón del mundo, Leandro Cuzzolino: “Nosotros sabemos que en Argentina siempre va a ser el fútbol, el futsal nunca va a llegar a ser lo que es el fútbol. Pero lo que vimos desde 2016 es que los nenes chiquitos empezaron a decir que querían jugar al futsal. Después del Mundial hubo un clic en dirigentes, chicos y entrenadores. Y ese es nuestro legado”.
Se acabó la aventura de la Argentina en el Mundial de futsal. Hubo momentos épicos, como la semifinal ante Francia, hubo otros no tan dulces. Lo fundamental será el camino recorrido.
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