Coki Ramírez enumeró sus «cláusulas» para aceptar compartir su vida con un hombre que quiera conquistarla. La cordobesa aseguró que no aceptaría a un novio que esté divorciado y que tenga hijos. Tampoco que tenga adicción al cigarrillo. Y que no quiera intimar todo el tiempo.
«Siempre lo hablamos con mis amigas. Yo iría más por los no
que por los si
para aceptar un novio», comenzó Coki, al aire de Vuelta y media, por Urbana Play. «¿Por ejemplo, qué no podría tener?», le consultó Sebastián Wainraich, conductor del envío radial.
«Y… el divorciado con hijas mujeres, ya me pasó. No, un tiro en la pierna, no. Porque las nenas de papá y en una edad complicada», se justificó Ramírez durante la nota al aire. Luego, la cantante siguió enumerando otros «impedimentos».
«Que no esté caliente todo el día… Terminamos de comer y no, pará… la digestión, se me inflama todo. Ahora, cuando es, si, te das cuenta. Pero el que quiere ya por deporte, no», diferenció la artista musical. «Yo no puedo salir con un fumador. Me da mucha alergia. No tolero el olor a cigarrillo. Y, por último, que tenga intelecto, poder charlar», agregó Coki sobre sus requisitos para aceptar a un hombre en su vida.
COKI HABLÓ DE LO QUE SUFRIÓ LA FAMA
«No creo que nadie está preparado. O sea, no te pueden explicar lo que es hacerse famoso en un instante porque lo tenés que vivir. Y claramente no estaba preparada. Yo ya venía como artista, cantando de la mano de Alberto Plaza, recorriendo escenarios. Entonces uno más o menos veía lo que era el ambiente artístico. Pero no se parece mucho a la televisión, esta cosa instantánea del rating que en ese momento medía 40 puntos. Era una locura”, recordó Coki.
Los dichos de Ramírez tienen asidero porque se hizo conocida por su paso y permanencia en el Bailando por un sueño, el programa de Marcelo Tinelli. «Yo daba, daba y me quedaba sin energía. Y no es que están valorando, diciendo “Ay, qué divina, mirá qué buena”. Me acuerdo que el comienzo fue muy feo para mí porque yo no entendía los códigos de la tele. Yo decía que estaba cansada y me decían “no podés decir eso en televisión”. Yo sé, pero es que me desmayo, no puedo más».