Luiz Fernando Pedrucci, CEO de Renault para América Latina, es el ejecutivo que cada semana “firma los cheques” para avanzar con una inversión de 350 millones de dólares en la fábrica de la automotriz francesa en Córdoba, para preparar el lanzamiento de una nueva pick up a mediados del año próximo.
Según este ejecutivo brasileño que habla español a la perfección, se trata de la inversión más importante de Renault en su fábrica de Santa Isabel, que esta semana cumplió 70 años. Y si bien se sumó a los festejos, Pedrucci llegó a Córdoba con una advertencia: “Si Renault Argentina no puede llegar a un determinado precio de costo, desde Brasil yo tengo que bajar el volumen de unidades que le voy a comprar, porque será un vehículo más caro y se venderá menos”. Lo dijo en una rueda de prensa sentado al lado del titular de la filial argentina, Pablo Sibilla, en una oficina de la planta de Santa Isabel.
-¿Cómo ve la industria automotriz en la región, y en la Argentina en particular? -se le preguntó.
-Los indicadores de Argentina van en la buena dirección. Esto es promisorio. Pero yo tengo una preocupación particular porque para que este ecosistema pueda funcionar, tiene que funcionar la competitividad argentina.
–¿Y no está funcionando?
-El año pasado, en el Hipódromo, confirmamos la inversión de la pick up basada en el Niagara. Hablamos de fabricar 80.000 vehículos y que la mitad serían para exportación, y de hecho aquel día yo dije que no quería 80.000 pick ups por año sino 100.000. Ya estamos trabajando en la planta, ya comenzaron las inversiones, está todo en marcha. Hay proveedores con los que estamos trabajando, ingenieros que están viniendo para acá, gente que todo está avanzando. Pero una vez que salga el primer vehículo de la línea de producción con destino a Brasil, ese vehículo tiene que llegar a Brasil con un costo que sea competitivo, para poder competir con la oferta que hay allá. Si ese vehículo que saldrá de aquí no tiene el nivel de competitividad que debería tener o que necesita tener, no nos van a comprar no sólo en Brasil, sino tampoco en Colombia, México, Chile, Perú o Ecuador.
-¿A qué costo, o a qué precio al público, debería salir?
-Eso será dentro de una franja de precios, una vez que se defina quiénes son los competidores. Ahí se define el precio según se trate de un vehículo más nuevo o si tiene más prestaciones que su competidor. Pero hay una franje de precios. Nosotros ya armamos el plan para este vehículo, a lo largo de estos últimos cinco años en conjunto con Pablo Sibilla. A los equipos de Renault en todo el mundo le estuvimos vendiendo mucho la idea de Argentina como polo de producción y exportación. Compramos la idea y ahora estamos haciendo las inversiones, cada semana estoy haciendo los cheques para para pagar las inversiones. Y ahora llega el momento en que el vehículo tienen que tener un costo competitivo para poder llegar al volumen proyectado.
–¿El Gobierno debería bajar más impuestos?
-Hasta ahí es donde llego, el responsable de Renault Argentina es Pablo Sibilla. Yo como director general de Brasil voy a comprar el vehículo que viene de Argentina y para ese vehículo hay un precio máximo al cual puede ser vendido. Ahora, si Renault Argentina no puede llegar a ese precio de costo, desde Brasil yo tengo que bajar el volumen de unidades que le voy a comprar, porque será un vehículo más caro y se venderá menos. Esa es la ecuación. Si no se puede vender más volumen, ese volumen entonces es recortado. Y estamos en un mercado donde hay que conseguir volumen para poder ser rentables.
-Brasil devaluó su moneda. ¿Esperan que la Argentina también devalúe el peso?
-Yo creo que ahí entramos un poco en el territorio de la especulación. Pero hay un aspecto de competitividad en sí misma, que es la competitividad de fondo. Es ganar competitividad, producir más. Y hay cuestiones que no están en nuestras manos. Nosotros estamos invirtiendo en Córdoba una plata grande, creo que es la inversión más grande que hicimos en Argentina en la historia. Es una plata grandísima y el resultado final no depende 100% de nosotros.