Tras la suspensión preventiva de la compra de Telecom a Telefónica, surge un nuevo problema para el Grupo Clarín. A diferencia de otras operaciones de gran magnitud que aguardaron la aprobación del ente regulador antes de consumarse, en este caso el Grupo Clarín ya había girado el dinero a través del Atlántico a la española controlante de la filial local.
A fines de febrero de 2024, Telefónica anunció la venta en US$ 1.245 millones de sus operaciones en la Argentina a Telecom. Esta firma pertenece a Cablevisión, que a su vez le corresponde al Grupo Clarín en un 40%, a Fintech en otra parte igual y otros inversores sostienen el 20%.
De la transacción participaron múltiples bancos que juntaron los fondos para que Telecom pueda conseguir su objetivo. Contó con el BBVA como la entidad que brindó asesoría en la compra y obtuvo un financiamiento de US$ 1.170 millones por parte esa misma entidad, sumada al Deutsche Bank, Santander y el ICBC.
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Los US$ 1.250 millones ya habían sido pagados para quedarse con el 32% del mercado que le correspondían cuando informaron al público e inversores de la transacción. En el comunicado de ese momento habían señalado que, “de acuerdo con la normativa, la compañía se encuentra realizando las presentaciones regulatorias correspondientes”. Si la decisión del Ejecutivo de Javier Milei se mantiene, el Grupo deberá ser el encargado de encontrar un nuevo comprador para las acciones de Telefónica.
La española tenía intención de retirarse del país hacía tiempo. En 2019 había anunciado que se concentraría en mercados específicos, buscaría reducir su deuda y crear divisiones de mayor valor. El plan estratégico contemplaba desprenderse en forma paulatina, como lo hizo, de sus filiales en Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Panamá y Costa Rica, a la vez que reforzar su presencia en España, Alemania, Reino Unido y Brasil.
Entre los interesados que acumuló en el último tiempo para su sucursal local se ubicaban también Eduardo Eurnekian (de Corporación América), Alberto Pierri (Telecentro); Fénix Entertainment Group, el Grupo Olmos y la otra de las tres competidoras, Claro. Todas deseosas de ingresar a formar parte del imperio telco, a excepción de la última, ya que la del mexicano Carlos Slim ya es dueña de un tercio de las comunicaciones argentinas, que hasta el momento se dividían casi en tercios.
La determinación del viernes se sustentó, dijo el comunicado de Presidencia, en la recomendación de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNCD), atento a que la fusión de ambas compañías “incrementaría en forma significativa su participación en el mercado” de telecomunicaciones. La resolución, a la que accedió PERFIL, señala que “se abstengan de realizar cualquier acto jurídico, societario y/o comercial”.
Desde Telecom transmitieron en la noche del viernes mediante un comunicado que “no ha sido notificada formalmente de dicha resolución”. “La compañía reitera su compromiso con el respeto a la normativa vigente y a los procedimientos establecidos, y aguarda la debida comunicación oficial para evaluar el alcance de la medida y responder oportunamente dentro del marco correspondiente”, informaron. Por último, plantearon que “oportunamente, y una vez recibida la notificación formal, Telecom brindará su posicionamiento respecto de la medida y de los próximos pasos a seguir”.