17 de febrero de 2020. En la prensa se había afianzado el conocido como ‘Delcygate’, la visita fallida que el 20 de enero llevó a cabo a España la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, que tenía prohibido cualquier país de la Unión Europea. Y ese día, al filo de las tres de la tarde, el asesor del ministro José Luis Ábalos, Koldo García Izaguirre envía desde su teléfono móvil un mensaje a Víctor Ábalos, el primogénito del titular de Transportes, en el que de forma literal dice: «La cena es a las 21 horas«.
En este encuentro iban a participar, según desvela un mensaje anterior, José Luis Ábalos, los ciudadanos argentinos Roberto Raga y Marcelo Scafati, y un amigo de la familia del exministro. El informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil del pasado 17 de marzo resalta que el propio ministro Ábalos «se interesa por la identidad y los cargos que ocupan los que serán sus acompañantes». Y por ello, los agentes concluyen que Víctor Ábalos compartía «una relación de carácter profesional [con su padre]«.
Víctor Ábalos, a su llegada a declarar como testigo al Tribunal Supremo / Jesús Hellín – Europa Press
Y del análisis de los dispositivos electrónicos intervenidos a los investigados, los guardias apuntan que Víctor Ábalos «agendaría reuniones entre su padre, en calidad de ministro, y terceras personas«, dice el informe de la UCO de 17 de marzo, al que ha tenido acceso esta redacción.
Reunión con consultores
Fuentes conocedoras de este encuentro afirman a este periódico que la reunión tuvo un carácter eminentemente político, pues uno de ellos, Roberto Raga, que mantiene una orientación «kirchnerista», se dedica a la comunicación política en Argentina, país en el que reside. Y por eso, el encuentro no tuvo lugar en el Ministerio de Transportes.
Roberto Raga es un consultor político de la esfera kirchnerista, amigo personal de Víctor Ábalos, cuyo empeño profesional es la internacionalización de empresas, pero no a la cooperación. Este interés mutuo en la política ha propiciado que José Luis Ábalos y Raga hayan mantenido diferentes reuniones a lo largo de los años, especialmente durante el periodo en el que el ahora diputado del grupo mixto era secretario de Organización del PSOE.
El consultor argentino propuso a Víctor Ábalos mantener una primera reunión con su padre, que finalmente no se pudo celebrar. Sin embargo, con motivo de una nueva visita a España, y tras destaparse el conocido como ‘Delcygate’, el primogénito del ministro volvió a hablar con su «amigo» Víctor Raga y convino en propiciar un encuentro con su padre. Y para eso escribió a Koldo García, que en esos momentos manejaba toda la agenda de su padre. Y como querían que fuera al margen del Ministerio, Víctor Ábalos propuso que fuera una cena, con carácter informal.
Koldo se somete a una prueba caligráfica para comparar su letra con los papeles de Aldama / EPE
Marcelo Scarfati
Junto con Marcelo Scafati, también empresario argentino, aunque residente en Madrid, Raga acudió ese 17 de febrero a la cena con Ábalos con la intención de presentar al secretario de Organización del PSOE una herramienta de escucha en redes sociales y medios de comunicación. Y lo hizo aprovechando que en ese momento arreciaban las críticas contra Ábalos por el ‘Delcygate’. Y como Víctor Ábalos no podía acudir al encuentro, y con la intención de saber qué sucedía en la cena, incluyó en la misma a una persona de su máxima confianza: «Manu son [sic] mis ojos y oídos para ver qué proponen«, escribió Víctor Ábalos, en un intento de tranquilizar a Koldo García.
En el encuentro, prosiguen en su relato las citadas fuentes conocedoras de la reunión, los consultores argentinos pretendían centrarse en analizar las consecuencias del ‘caso Delcy’. Pero el ministro Ábalos no les dio pie a que realizaran una presentación de la tecnología o «herramientas» que estos utilizaban para llevar a cabo «las escuchas en redes sociales y medios de comunicación». Los consultores habían estado «escuchando la conversación» sobre la visita fallida de la vicepresidenta de Venezuela y querían mostrar al ministro su trabajo. Pero Ábalos no se mostró interesado en profundizar en el trabajo de estos empresarios argentinos, sostienen las citadas fuentes.
Roberto Raga y Marcelo Scafati entregaron un dosier de su trabajo a Víctor Ábalos, que según aseguran las fuentes consultadas, este todavía conserva. La conversación se centró en aspectos políticos de Latinoamérica y España. Después de la reunión «no hubo una propuesta económica» por parte de los consultores argentinos, que finalmente renunciaron a convencer a Ábalos, siempre según las fuentes conocedoras de los hechos relatados.