Dos veteranos policías, un hombre y una mujer, llevaron el peso de las investigaciones contra José Bretón y el apoyo a su mujer, Ruth Ortiz. Bretón había hecho desaparecer a sus hijos Ruth y José el 8 de octubre de 2011, y fingió que alguien los había secuestrado en el parque Cruz Conde de Córdoba. Durante varias semanas, los investigadores, convencidos de que Bretón era el culpable, sostuvieron con él un pulso psicológico y fueron descubriendo los motivos para que cometiera un acto tan horrible como quemar a sus hijos en una hoguera en la finca familiar de Las Quemadillas. Todo era para hacer daño a su mujer, Ruth Ortiz, que había decidido separarse de él.
El comisario de Policía que detuvo a Bretón ya predijo lo que el asesino acaba de hacer: «Cuando nadie se acuerde ya de él, contará con todo detalle lo que hizo con los niños. Y lo hará, como siempre, para hacer daño a Ruth»
Mientras se buscaba a sus hijos, Bretón pasó horas y días con los investigadores, especialmente con un policía sombra, un agente del que no se separaba y que trató de sacarle información. A ellos, Bretón les ofreció vino blanco, poner una casette de José Luis Perales, les contó algunos chistes y hasta algunas experiencias que había tenido recientemente con prostitutas. Aunque sollozaba y amagó varias veces con romperse, el hombre al que sus amigos llamaban El Cebollo, nunca dijo qué había hecho con sus hijos. En cambio, dedicó mucho tiempo a insultar a su ex mujer y a su familia política.
Muñeca barriguitas
Ya encarcelado y con sus hijos aun desaparecidos, Bretón tuvo un penúltimo acto de crueldad hacia su ex mujer. Asesorada por la policía, Ruth Ortiz fue a verlo a la cárcel el 28 de diciembre de 2011. Le preguntó de nuevo dónde estaban los niños. Bretón siguió divagando. Entonces la mujer intentó averiguar si había alguna posibilidad de que sus hijos estuvieran vivos y le preguntó si aún tenía que comprar la muñeca Barriguitas que su hija quería como regalo de Reyes. Bretón contestó: «esa ilusión no te la puedo quitar».
Aquella pelea entre policías y asesino se llamó operación Resplandor, debido al libro de Stephen King que guardaba Bretón en su mesilla. Los policías de la UDEV analizaron varios escritos y borradores escritos por el sospechoso, que, antes de hacer desaparecer a sus hijos, entregó una carta a su mujer en la que le suplicaba que volviera con él.
Los escritos privados eran mucho más terrenales: «¿Qué posibilidades tengo? ¿Cuánto me puede pedir? (de pensión para sus hijos) No sé qué piensa, si está esperando al máster, al querido, a la renovación o no sabe lo que quiere. Dice que no está con nadie».
En otro de los papeles de Bretón, el asesino había escrito: «Si le pongo la denuncia es como declarar la guerra. Pensión para la mujer. Mientras yo no trabaje le tengo que pagar, se acumula para cuando tenga. Custodia para mí. ¿Demanda ya? ¿Ver los niños ya? Grabadora digital. No tienes derecho. Custodia total madre. Fines de semana alternos. Libertad de ver. Ortodoncia, gafas, clases de apoyo. Coche mío. Ajuar. Gastos 70/30. Inventario. Bloquear cuenta. RUTH NO EXISTE».
40 años de cárcel
La investigación descubrió finalmente que los huesos quemados en la hoguera eran los de Ruth y José. Concluyó con la condena a Bretón a 40 años de prisión por el asesinato de sus dos hijos. Los había matado para vengarse de su ex mujer. Tiempo después, en el año 2021, este periodista y Manuel Marlasca publicaron un libro, Territorio Negro, sobre 13 crímenes cometidos en España. Un capítulo trataba el caso de Bretón.
En una reunión con el comisario Serafín Castro, éste me explicó lo que iba a ocurrir. Con su sabiduría gallega, dijo: «Cuando nadie se acuerde ya de Bretón, el contará con todo detalle lo que hizo con los niños. Y lo hará, como siempre, para hacer daño a Ruth». Así se cerraba el capítulo de aquel libro.
El comisario Castro murió en noviembre de 2024. No pudo ver cómo, una vez más, su intuición se cumplia. La venganza de José Bretón, un asesino inteligente con un 121 de cociente intelectual que tiene prohibido de por vida acercarse o comunicarse con Ruth Ortiz, ha llegado en 2025 y a través de un formato tan noble como un libro.