El FMI viene con condiciones que requieren que el país implemente políticas económicas específicas, con ajustes fiscales despiadados, que sólo podrán hacerse bajo estricta represión.
Al aceptar las condiciones del organismo internacional, el gobierno de Javier Milei ha perdido todo control sobre su política económica y financiera.
Las nuevas medidas de ajuste que impondrá van a afectar negativamente a la población más vulnerable, sobre todo a los pobres, a la clase media y a los jubilados.
A partir de ahora la Argentina pierde la capacidad para implementar políticas económicas que beneficien a su población, como invertir en educación y salud, por ejemplo.
Las víctimas de estos préstamos del Fondo son siempre los mismos. Los pobres, los trabajadores asalariados y los jubilados, es decir, la inmensa mayoría del pueblo argentino.
Se avecinan tiempos de dolor, lucha y confrontación. Ojalá los partidos políticos y las organizaciones sociales y gremiales se pongan a la altura y sepan frenar a la Derecha en los procesos electorales de los próximos dos años.