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El presidente estadounidense dijo que planea hablar mañana con sus homólogos de Rusia y de Ucrania para intentar un alto el fuego en la guerra que mantienen ambos países europeos, tras el fracaso de las recientes negociaciones.
17 de mayo de 2025, 23:03
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que este lunes intentará comunicarse vía telefónica con sus homólogos de Rusia, Vladimir Putin, y de Ucrania, Volodimir Zelenski, y con líderes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), con el propósito de explorar un posible alto el fuego en la guerra que mantienen ambos países desde el 24 de febrero de 2022. En un mensaje publicado este sábado en su red Truth Social, el mandatario norteamericano calificó el conflicto como un “baño de sangre” y expresó su esperanza de que las gestiones permitan avanzar hacia el fin de una confrontación bélica que, según él, “nunca debería haber ocurrido”.
El anuncio llega en un momento particularmente tenso, justo después del fracaso de las primeras conversaciones directas en años entre las delegaciones de Rusia y de Ucrania, que se reunieron el viernes último en Estambul, Turquía. Aunque no lograron un cese de hostilidades, sí pactaron un importante intercambio de prisioneros: mil por cada lado. Sin embargo, el Kremlin rechazó la propuesta de Zelenski para una reunión cara a cara con Putin, lo que generó mayor incertidumbre sobre el rumbo de las negociaciones.
Mientras tanto, la situación sobre el terreno en Ucrania continúa deteriorándose. El sábado, un ataque con dron, atribuido a las fuerzas rusas, impactó contra un ómnibus que evacuaba civiles en la ciudad de Bilopillia, cerca de la frontera rusa, y mató a nueve personas e hirió a otras siete. El hecho fue calificado por Zelenski como un “asesinato deliberado de civiles”, y provocó la declaración de tres días de luto local. Este tipo de ataques refuerza el escepticismo en Kiev sobre la verdadera disposición de Moscú a negociar seriamente una salida pacífica al conflicto.
Ucrania, por su parte, enfrenta una guerra de desgaste que favorece a Rusia en el largo plazo, especialmente si las entregas de armamento occidental disminuyen o si las sanciones internacionales pierden eficacia. Ante esta realidad, Kiev intensificó su diplomacia para mantener el respaldo de Estados Unidos y de sus aliados europeos. Fuentes diplomáticas indicaron que la estrategia ucraniana es demostrar voluntad de diálogo mientras enfatiza la desconfianza hacia Putin, y exige como condición previa un alto el fuego “completo e incondicional”.
El mandatario ucraniano mantuvo contactos frecuentes con líderes europeos, como Emmanuel Macron, Olaf Scholz y Keir Starmer, en busca de una postura común frente a Moscú. Al mismo tiempo, la administración estadounidense expresó su frustración por la falta de resultados tangibles en las negociaciones, y advirtió que podría retirarse del proceso si no se producen avances concretos.
Desde Moscú, el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, señaló que Rusia está preparando una lista de condiciones para un alto el fuego, aunque no dio detalles ni plazos. También dejó abierta la posibilidad de una reunión entre Putin y Zelenski, siempre que se mantenga el actual intercambio de prisioneros y se logren acuerdos previos aún no especificados.
El último movimiento de Trump ha sido interpretado en parte como una jugada política de alto perfil con el propósito de proyectarse como un líder capaz de mediar en conflictos internacionales. Para sus críticos, su acercamiento a Putin y su estilo personalista podrían restar credibilidad a sus gestiones. En cambio, sus simpatizantes lo presentan como alguien capaz de forzar resultados gracias a su retórica directa y a su influencia internacional.
Además de Putin y de Zelenski, Trump planea hablar con líderes de la Otan, que se han mantenido firmes en su apoyo a Ucrania, aunque en algunos países europeos comienza a notarse cierto desgaste por la prolongación del conflicto y sus efectos económicos. También se mencionó al Vaticano como posible sede para futuras conversaciones de paz, según declaraciones del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio.
La comunidad internacional observa con cautela los próximos pasos. La llamada de Trump a Putin podría abrir una ventana diplomática o terminar en otro intento fallido. El escepticismo predomina, sobre todo tras la negativa del Kremlin a permitir una reunión directa entre los presidentes ruso y ucraniano.
Zelenski lamentó el estancamiento en Estambul y reiteró su llamado a la comunidad internacional para imponer más sanciones contra Rusia si no se detiene la ofensiva. “Ucrania ha propuesto esto durante mucho tiempo: un alto el fuego completo e incondicional para salvar vidas. Rusia sólo conserva la capacidad de seguir matando”, afirmó.
El lunes se perfila como un día decisivo, lleno de expectativas y de dudas. Las gestiones de Trump podrían revivir las negociaciones de paz o confirmar que, por el momento, un acuerdo sigue siendo lejano.