La reciente presentación de la agrupación “Primero la Patria” busca atraer a los desencantados con la gestión de Javier Milei. Sin embargo, sus principales figuras son dirigentes de larga data política, como los cordobeses Gabriela Estévez y Federico Alessandri, quienes han estado vinculados al kirchnerismo y al peronismo tradicional .
Gabriela Estévez, diputada nacional por Córdoba desde 2015, es una reconocida militante de La Cámpora y ha sido una ferviente defensora de las políticas de Cristina Kirchner . Por su parte, Federico Alessandri, actual legislador provincial, proviene de una familia con fuerte arraigo en el delasotismo y ha ocupado cargos como intendente de Embalse durante más de una década
La propuesta de esta nueva agrupación pretende ofrecer una alternativa a quienes se sienten desilusionados con el actual gobierno. No obstante, parece más una reconfiguración de las mismas estructuras que han dominado la política argentina en las últimas décadas. La falta de nuevos actores políticos y la reiteración de discursos conocidos ponen en duda la capacidad de este espacio para representar una verdadera renovación.
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¿Nuevo fracaso en puerta?
La creación de “Primero la Patria” se presenta como un intento de revitalizar el peronismo y ofrecer una opción a los desencantados con el actual gobierno. Sin embargo, la presencia de figuras como Estévez y Alessandri, con trayectorias políticas extensas y vinculaciones al kirchnerismo, sugiere que se trata más de un reciclaje que de una renovación.
Para captar el interés de una ciudadanía cada vez más crítica, los espacios políticos deben ofrecer propuestas auténticas y renovadoras. Esto incluye mostrar liderazgos nuevos, con credibilidad y distancia de las estructuras tradicionales que generaron desconfianza. De lo contrario, agrupaciones como esta pueden parecer un desesperado refrito, alejando aún más a los votantes que buscan opciones distintas y reales.
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Resulta enternecedor ver cómo los mismos dirigentes de siempre se disfrazan de «novedad» para seducir a los desencantados con el rumbo actual. Gabriela Estévez, referente de La Cámpora desde hace más de una década, promete renovar la política con las mismas ideas que fracasaron mil veces. Federico Alessandri, heredero de un apellido ilustre del delasotismo, parece haber descubierto que el peronismo también puede reciclar su melancolía.
En vez de una alternativa real, el peronismo construye un refugio para viejos cuadros políticos que no aceptan que el ciclo terminó y la sociedad ya no los puede ni ver. Sin embargo, es preciso aquí recordar la máxima napoleónica que sostiene que nunca se debe interrumpir al enemigo mientras se está equivocando. Al parecer, es el kirchnerismo quien más desea la consolidación imperecedera del modelo de Milei.