La ciudad de Cosquín conmemoró el centenario de uno de sus patrimonios más significativos: el Puente Carretero que cruza sobre el río, hoy conocido como Puente Hernán Figueroa Reyes, en honor al cantautor salteño que dedicó una emblemática zamba al cauce serrano.
El acto oficial se realizó en la mañana del pasado 9 de junio con la participación de funcionarios, autoridades municipales, representantes de instituciones, y estudiantes de escuelas y colegios locales. También acompañaron la jornada los integrantes de la organización Amigos por la Historia de Villa Carlos Paz.
Fue una emotiva ceremonia de homenaje a la historia, la memoria y la identidad local, en torno a una obra de ingeniería clave para el desarrollo regional. Durante el evento, se descubrió una placa conmemorativa y se instaló cartelería informativa. Además, bailarines de la Escuela Municipal de Folklore deleitaron a los presentes con la interpretación de «Zamba del cantor enamorado».
Una historia recuperada
Durante casi un siglo, la historia del puente fue transmitida de forma errónea o incompleta. Gracias a una intensa tarea de investigación liderada por la Junta Municipal de Historia de Cosquín, con respaldo documental del Archivo General de la Nación, se logró reconstruir su verdadero origen y revalorizar su impacto.
La profesora María Elsa Peroni, presidenta de la Junta, reveló datos históricos que corrigieron versiones anteriores: si bien se creyó durante décadas que el puente era obra de la firma Eiffel y había sido fabricado en talleres franceses, los documentos confirman que su verdadero proveedor fue la empresa alemana Maschinenfabrik Augsburg-Nürnberg (MAN), reconocida por construir puentes ferroviarios y el monorriel de Wuppertal, aún en funcionamiento. Esta firma fue dirigida por Rudolf Diesel, inventor del motor homónimo, y fue adquirida posteriormente por la compañía holandesa GGH.
Los materiales llegaron a la Argentina en octubre de 1921, en un contexto posbélico europeo. Las obras concluyeron en enero de 1925, dando lugar a una de las pocas estructuras en el país con sistema hidráulico y arcos metálicos de esas características.
Un puente con herencia europea
El origen del puente se remonta al auge del automóvil en el país, iniciado hacia 1907, cuando la llegada de los primeros Ford puso en evidencia la falta de caminos y puentes adecuados. En 1909, el Touring Club Argentino, y vecinos pioneros, comenzó las gestiones ante el gobierno nacional para construir una conexión vial que atravesara el caudaloso río Cosquín, cuyas crecidas impredecibles obstaculizaban la vinculación con el norte del Valle de Punilla y las provincias de San Juan y La Rioja.
El proyecto fue aprobado tras varias instancias parlamentarias, gracias al impulso del legislador cordobés Eduardo Quinteros, y fue ejecutado por la entonces Dirección Nacional de Puentes y Caminos.
Patrimonio vivo
Hoy, el Puente Hernán Figueroa Reyes permanece en uso con un único sentido de circulación hacia el norte del valle, como vía histórica y funcional. Su centenario no solo constituyó una efeméride arquitectónica, sino también un acto de reconocimiento a su papel en el progreso y la integración regional.
El intendente de Cosquín Raúl Cardinali expresó: «Esta conmemoración es un acto de memoria colectiva, pero también de justicia histórica con uno de los monumentos más importantes de nuestra ciudad».
