Mover un auto con la mente ya es posible en Argentina: cómo funciona

Ciencia

NeuroRacing es un proyecto que combina neurociencia, informática y robótica. Los detalles.

06 de julio de 2025, 20:59

El Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) desarrolló “NeuroRacing”, un proyecto pionero que combina neurociencia, informática y robótica, logrando que un vehículo se mueva con solo alcanzar un profundo estado de relajación mental.

Este avance, que parece sacado de la ciencia ficción, ya es una realidad en Argentina y abre nuevas puertas a la comunicación directa entre el cerebro y las máquinas.

NeuroRacing es un proyecto innovador del Laboratorio del Sueño y la Memoria del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA). Fue desarrollado por Yohann Corfdir, un ingeniero informático especializado en ciencia de datos y becario doctoral del ITBA.

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Según lo informado por TN, el objetivo central de su trabajo es traducir la actividad cerebral humana, específicamente las ondas que se producen en estados de meditación o relajación, en comandos que una máquina pueda interpretar.

Este desarrollo se logra sin necesidad de manos en un teclado ni controles remotos, solo una persona sentada, conectada a una computadora mediante electrodos en la cabeza, capaz de hacer avanzar un auto de juguete.

La clave de NeuroRacing reside en cómo se capta e interpreta la actividad del cerebro. El sistema diseñado por Corfdir utiliza sensores de electroencefalograma (EEG), los cuales se colocan estratégicamente en la cabeza del usuario: dos en la parte posterior, uno en la frente y otro detrás de la oreja. Estos sensores detectan las ondas cerebrales en tiempo real y transmiten la información a una computadora.

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Es importante destacar que el sistema no funciona a partir de una orden consciente como “quiero que el auto se mueva”. En cambio, detecta cuando la persona alcanza un estado de relajación profunda. Si el cerebro está lo suficientemente tranquilo, el auto avanza; si no, permanece quieto.

El proceso se lleva a cabo de la siguiente manera: cada cuatro segundos, la computadora analiza los datos cerebrales recibidos. Si se encuentran los patrones cerebrales necesarios (previamente calibrados para cada usuario), el sistema envía una señal vía WiFi a un microcontrolador Arduino. Este microcontrolador es el que finalmente pone en movimiento el autito. En cuanto el estado mental del usuario cambia, por ejemplo, si se distrae o se emociona, el auto se detiene, lo que demuestra que se basa en un cambio fisiológico medible.

Más allá de la proeza técnica, la experiencia de utilizar NeuroRacing pone a prueba el autocontrol mental del usuario. Yohann Corfdir explicó a TN Tecno que lo más difícil no es lograr que el sistema funcione, sino mantener el estado mental correcto.

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De hecho, cuando el auto comienza a moverse, la emoción generada puede romper el estado de calma requerido, haciendo que el vehículo se frene.

A pesar de su sofisticación, el proyecto fue concebido con una idea inclusiva: acercar la ciencia a todo tipo de personas. Corfdir asegura que cualquiera puede lograrlo con un poco de paciencia, sin necesidad de ser un experto en meditación. Si bien quienes ya practican técnicas de relajación suelen obtener resultados más rápidos, el sistema está calibrado para responder a señales cerebrales alcanzables sin entrenamiento avanzado.

Actualmente, NeuroRacing utiliza un robot pequeño, ideal para pruebas controladas en el laboratorio. Sin embargo, el objetivo final del proyecto no es crear autos más grandes o robots que se muevan con la mente. El verdadero valor de esta tecnología radica en lo que demuestra: la posibilidad de establecer una comunicación directa entre la actividad cerebral y dispositivos externos.

Corfdir mencionó que este es solo un primer paso para explorar cómo conectar el cerebro con las máquinas. Las posibles aplicaciones son mucho más amplias, como la capacidad de mover un brazo robótico a partir de la actividad cerebral. No se trata únicamente de dar órdenes conscientes, sino de aprovechar estados cerebrales para interactuar con diversos dispositivos.

En tiempos de hiperconexión y multitarea, NeuroRacing propone una paradoja fascinante: avanzar, pero solo si “bajamos un cambio” y alcanzamos la calma mental.

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