La Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid denuncia el sabotaje de 16 bases del dispositivo de prevención y extinción de incendios forestales. Estos actos, según informa el Ejecutivo autonómico madrileño, han sido llevados a cabo este domingo por piquetes de las brigadas forestales en huelga contra la empresa pública estatal Tragsa, desde el pasado 15 de julio y hasta el 15 de agosto. Un momento crítico que coincide con la ola de incendios que afecta a varios puntos de la geografía española y con focos cercanos como el reciente incendio de Méntrida, en Toledo.
Desde el Gobierno regional confirman que a las 17.00 horas de este domingo todavía permanecían inoperativas tres bases en la Comunidad de Madrid: Cercedilla, Puebla y Moralzarzal.
Los sabotajes han consistido en la colocación de «pitones» en puertas exteriores y la inutilización de cerraduras de acceso a los edificios que albergan los recursos de extinción. Esto ha provocado que, a las 14:00 horas, nueve recursos de prevención de incendios no pudieran acceder a vehículos ni equipamiento esencial.
Un incidente particularmente grave se ha registrado en la base helitransportada de Valdemorillo, donde «el helicóptero situado en dicha base (de la empresa Pegasus) había sido manipulado», dejándolo inoperativo («clave 0»). Además, se han arrojado piedras en la superficie del helipuerto.
Tanto Tragsa como la Dirección General de Emergencias están actuando con celeridad para reparar los daños y recobrar la total operatividad. Sin embargo, en casos como la base de Cercedilla, la inutilización de la cerradura está dificultando la recuperación de la operatividad. Una vez se acceda a todas las bases, la prioridad será asegurar las instalaciones.
Estos actos, que ya han sido denunciados a la Guardia Civil, «no solo dañan el patrimonio de la Comunidad de Madrid«, sino que, lo que es más grave, «se llevan a cabo en época de alto riesgo de incendio comprometiendo el dispositivo de extinción, suponiendo un riesgo para el medioambiente y la vida de los madrileños«, han denunciado desde la consejería. Asimismo, afectan incluso la seguridad del personal actuante con la manipulación de un helicóptero.