Lo lleva tatuado en la piel porque es su lema de vida: «Feliç a prop del perill» [feliz cerca del peligro], como reza la canción ‘La gent que estimo’ de Oques Grasses. Cata Coll (Marratxí, Mallorca, 23 de abril de 2001) no es una portera al uso: juega al límite y disfruta del vértigo. Arriesga con regates dentro del área ante la presión alta de la delantera rival y, a pesar de que deja a sus compañeras, entrenadores y afición con el corazón en un puño cada vez que lo hace, aunque parezca una locura, rara vez se equivoca. Es su adrenalina particular y una manera de sentirse partícipe del juego del equipo. También desea poder lanzar un penalti en una tanda.
Y sus compañeras la definen como alguien que daría la vida por ellas. Por eso es tan querida en el vestuario. “Es muy bonito que digan eso de mí. A la gente que quiero, no los puedes tocar, porque voy con todo”, dice, entre risas, la guardameta balear, que atiende a SPORT en Lausana antes de las semifinales de la Eurocopa y tras un debut tardío en el torneo por una amigdalitis que se complicó. Cata Coll afronta el duelo con ganas de venganza, porque Alemania les arrebató la medalla olímpica hace casi un año en París.
Hace tres años te entrevistamos durante la fase de grupos del Mundial y dijiste que tenías claro que si Misa no se lesionaba, no ibas a jugar, así que te lo tomabas como una pretemporada tras una larga lesión y, un poco, incluso como unas vacaciones. ¡Cómo han cambiado las cosas!
Ese Mundial me dio un chute de adrenalina para estar hoy aquí, para volver a confiar en mí después de esa lesión. Esa confianza que recibí me llevó a estar donde estoy hoy. Una putada que empezase así la Eurocopa, pero bueno, sobreviví y ahora estoy muy bien, con confianza y buenas sensaciones.
Tú misma le dijiste a Montse que no estabas bien para jugar en el debut. ¿Cuesta dar un paso así?
Sí, es muy difícil, porque vienes con la ilusión de todo el año por jugar esta Eurocopa, de poder hacer algo grande, y cuando ves que para el primer partido no me encontraba bien, tuve que tomar la decisión de dar un paso al lado por el bien del equipo. Adri [Nanclares] venía entrenando muy bien, había que darle confianza a ella. Es muy jodido, porque sabes que hay el riesgo de perder el puesto, pero en el fútbol hay que ser honesta y tuve que decir que no podía hacerlo.
Cuando jugó Adri el tercer partido, que tú ya estabas recuperada, ¿te lo esperabas?
No sabíamos nada de quién iba a jugar. Es verdad que yo, para el tercer partido, me encontraba bien y que podría haber jugado. Fue decisión de la entrenadora. Me notaba bien, y después de los entrenamientos me sentí mejor que antes de ese partido. Creo que Adri lo hizo muy bien, creo que también hay que darle confianza cuando alguien lo está haciendo bien, y creo que también lo hicieron por eso.
Ahora, Alemania. ¿Qué te pareció su partido ante Francia, con diez desde el minuto 13?
Fue un duelo muy intenso, muy físico. Creo que Alemania físicamente hizo un partido espectacular, encima con una menos, se dejó la vida. Será un partido muy complicado. Sabemos cómo son las alemanas, que son muy cuadradas. Y va a ser difícil superar esa defensa. Pero España tiene la ilusión de hacer algo grande. Tenemos ambición y podemos hacerles daño con nuestro juego.
¿Qué está pasando con los penaltis?
¡Ya, ya! Lo hemos hablado mucho. No sé qué está pasando en esta Eurocopa con los penaltis. O los tiran muy mal, o las porteras son muy buenas. Creo que cada vez se están analizando mal los penaltis, cómo los tiran… Las porteras creo que cada vez estamos más preparadas para ello, y se está notando.
El otro día leí en redes una publicación que ponía: “No estáis preparadas para ver a Cata lanzar el quinto penalti contra Alemania de rabona”. Sabemos que es algo que siempre has querido hacer, menos lo de la rabona.
[Ríe] ¡A mí me encantaría! Además, hoy en el entrenamiento lo he dicho, que me encantaría tirar entre los cinco primeros, a ver si me dejan. No creo que me dejen, porque hay muy buenas lanzadoras, pero ojalá que sí.
«Hoy en el entrenamiento lo he dicho, que me encantaría tirar entre los cinco primeros, a ver si me dejan. No creo que me dejen, porque hay muy buenas lanzadoras, pero ojalá que sí»
Tu homóloga, Ann-Katrin Berger, fue la heroína de los cuartos ante Francia. Tiene 34 años, ha superado dos cánceres y aquí está, dando mucha guerra.
Se lo merece mucho, y además, como dices, con toda su historia. Hizo un partido increíble. Ya no solo por los penaltis: hace una parada salvadora que es lo que cambia el partido. Y, después, en la tanda, es capaz de lanzar ese penalti tan bien lanzado. Para ella fue un partido de esos que dices: “He luchado para estar hoy aquí”. Es una gran portera, se ha visto, y le deseo lo mejor. Pero ojalá no tenga el día contra nosotras.
Cata Coll durante la entrevista con SPORT en Lausanne / Maria Tikas
¿Qué ha cambiado en un año?
Hemos ganado madurez y experiencia en los partidos jodidos. Hemos aprendido a tener paciencia, a no precipitarnos, y creo que hemos crecido mucho tanto las jóvenes como las más veteranas. Y así es más fácil ganar partidos.
El otro día Vicky López hablaba de esa espinita con Alemania, tras lo que ocurrió en los Juegos. Tú, entonces, entonaste el mea culpa y dijiste que sentías que no teníais medalla por tu culpa. ¿Cómo lo afrontas?
Es una motivación extra. Ese partido fue un palo muy duro, por cómo fue el encuentro, porque cometes un penalti, te lo meten… Y, obviamente, tengo muchas ganas de este partido. Voy con la cabeza fría, pero con el corazón caliente. Quiero jugarlo ya.
Para una persona que aparentemente es tan dura, tan fuerte, con tanta confianza y seguridad, ¿cuesta exponerse así y mostrarse débil como lo hiciste?
Es muy jodido justo por lo que dices. Por mi imagen de tía dura y orgullosa, porque no me gusta mostrar lo que me pasa. Pero creo que era un momento también de pensar en mí, de ser cien por cien sincera conmigo y decir que no estaba bien. Y, bueno, creo que esta temporada con el Barça he ido de menos a más, me he ido sintiendo mejor, y que ahora sí estoy en un buen momento.
«Es muy jodido mostrarse vulnerable justo por lo que dices. Por mi imagen de tía dura y orgullosa, porque no me gusta transmitir lo que me pasa. Pero creo que era un momento también de pensar en mí, de ser cien por cien sincera conmigo y decir que no estaba bien»
Las porteras soléis ser las grandes olvidadas. Si fallas, estás en el foco. Pero a veces una parada puede ser incluso más importante que un gol.
Yo he fallado y voy a fallar mil veces más. Voy a salvar también partidos, o no, y eso es lo bonito de esta profesión: esa presión sana que sientes en cada duelo. Es lo que a mí me motiva, por la ambición que tengo; me gusta sentirme así. Por eso elegí ser portera.
Hablabas antes de tu temporada en el Barça. Ahora el club está en un momento complicado, está habiendo muchas salidas, hay dudas con el proyecto. Tú eres una de esas tantas jugadoras que termina contrato el año que viene. ¿Tú quieres seguir en el club?
A ver, obviamente. Yo creo que el estilo del Barça es el que mejor me define, por mi juego de pies, por cómo soy. También confío en el club, en el proyecto, en que pueda seguir. No se puede acabar aquí y no queremos que se acabe aquí. Confío en que se haga un buen proyecto, en que confíen en nosotras desde el club y en que se siga apostando por nosotras.
La última y nos vamos. ¿Puedes contarnos la apuesta con Vicky López del otro día? Porque nos dio un buen susto.
Yo estaba haciendo el tonto en el vestuario y le dije: “No te atreves, hoy que hay prensa, a salir así [con un vendaje en la cabeza] y hacer ver que te duele. Si sales así en el entreno, yo te doy algo”. Y la tía lo hizo. Encima, la que perdí fui yo, por tonta. Es que a estas jóvenes les da igual todo, no tienen miedo. Qué tía…