Radiografía de la reconstrucción nueve meses después de la dana en Valencia

Puentes por reconstruir, sistemas de agua que reformar, carreteras que reabrir. Queda mucho trabajo en la zona cero de la dana y los ayuntamientos ordenan sus prioridades. Después de nueve meses de la riada del 29 de octubre, los municipios de la zona cero están haciendo frente a múltiples tareas de reconstrucción que engloban diferentes áreas como la movilidad, las instalaciones deportivas y culturales y los centros escolares. En algunos casos, como el de los municipios de l’Horta, los puentes sobre el barranco son lo más urgente para conectar las diferentes zonas de las localidades. En otros, como los de los pueblos de los Serranos, son las comunicaciones por carretera o caminos la principal prioridad. Mientras, Utiel o Chiva comienzan la reconstrucción de barrios enteros devastados, como San Isidro, el barrio de la Fuente o el barrio del Mercado en el primero o el casco urbano en el segundo.

Carreteras, puentes, caminos

Respecto a la movilidad, los municipios más afectados de la zona cero en l’Horta son Paiporta y Picanya, que cuentan con múltiples puentes y pasarelas sobre el barranco del Poyo. En Paiporta han empezado las obras de la pasarela Convent (1,7 millones de euros), el Pont Nou y el puente de la carretera CV-406. 

Tanto el consistorio de Vicent Ciscar como el Ministerio de Transportes afirman que estas tres infraestructuras estarán finalizadas a finales de año o principios de 2026. Una vez estén acabadas, el alcalde ha confirmado que se llevará a cabo la rehabilitación del Pont Vell, un puente que el año que viene cumplirá 100 años y que se tiene que adaptar a las normativas vigentes. Actualmente, este es el único puente que conecta las dos partes de un municipio separado por el barranco y se ha convertido en imprescindible para la movilidad de los peatones, sobre todo para aquellos que van de la parte más antigua a la más nueva de la localidad, que incluye servicios como la estación de metro, otra de las grandes infraestructuras que el municipio ya ha recuperado, o el ayuntamiento.

En el pueblo vecino, Picanya, hay dos pasarelas en construcción, la Poeta Ángel González (2,1 millones de euros) y María Cambrils (1,9 millones de euros), y los puentes de la calle València y de la travesía de Diputació. Todas las pasarelas y puentes se están reconstruyendo nuevos criterios que aumentan la resistencia de las infraestructuras y su capacidad hidráulica ante futuras riadas. 

Las infraestructuras viarias también preocupan en los municipios afectados de los Serranos, el Camp de Túria y la Hoya de Buñol. El alcalde de Pedralba, Andoni León, agradece que las obras de accesos y acondicionamiento de caminos “se han empezado y van avanzando, poco a poco, pero avanzan”, sufragadas por la Generalitat y el Ministerio de Agricultura.

Entre las prioridades para Bugarra está el puente que cruza el Túria en dirección a Gestalgar, arrasado por la riada. La alcaldesa, Teresa Cervera, explica que, aunque hay una carretera que permite llegar a la zona, donde se cultivan “varios millones de kilos de cítricos”, el camino alternativo es de 28 kilómetros entre la ida y la vuelta. En la vecina Gestalgar, preocupa sobre todo la reconstrucción de la parte del camino perimetral del paseo de la Fuente de los Chorros y la restauración de caminos agrícolas, ya que “se han perdido prácticamente todos”, explica su primer edil, Raúl Pardos.

En el Camp del Túria, Riba-roja vio dañada la parte más cercana al polígono industrial, además de los accesos. El puente de la CV-336 es “muy esperado”, destacan fuentes municipales porque, desde que fue arrasado, los coches pasan por un puente provisional de sentido único, lo que genera atascos. Las obras han comenzado ya por parte de la Diputación y estarán listas a finales de septiembre. Las obras del Pont Vell, el pontón histórico sobre el río Túria, estará listo para dentro de un año, tras las obras del Ministerio de Transportes.

Cheste, en la comarca de la Hoya de Buñol, trabaja a contrarreloj. El mundial de motociclismo tendrá lugar en el circuito Ricardo Tormo de la localidad en noviembre y un total de ocho puentes del municipio cayeron con la riada. Su alcalde, José Morell, explica que están especialmente preocupados por los flujos de tráfico de los 100.000 asistentes que se esperan. “Parece que estará lista la CV-50 y el acceso principal de la carretera de bifurcación CV-383 está en obras, que avanzan a buen ritmo”. La línea de Cercanías “se volatilizó” y están trabajando “hasta fines de semana y por la noche” entre la Generalitat y la Diputación. También en Utiel hay preocupación por la línea C3 de Cercanías y por el tramo de N-3 cortada.

Centros educativos

Otra de las actuaciones prioritarias en los municipios es la vuelta de los centros educativos. Los más perjudicados y los que más tarde volverán son aquellos que tienen que derribarse para construirlos de cero. La consellería de Educación ha avanzado que esta demolición se llevará a cabo en el mes de agosto. En concreto, se trata del IES Berenguer Dalmau de Catarroja, el CEIP Orba del Parque Alcosa, el CEP Luis Vives y la escuela infantil Ausiàs March, ambos en Massanassa, y en la comarca de la Ribera el CEIP Carme Miquel de Algemesí. Todos ellos sufrieron graves daños como consecuencia de la riada. En este sentido, el alcance de la intervención a realizar para garantizar la seguridad de las personas usuarias hace necesario su derribo y reposición íntegra. 

Estas labores cuentan con un presupuesto total de 4.755.479 euros sufragados por la Generalitat, de los que 1.735.229 se destinan a las actuaciones en el IES Berenguer Dalmau de Catarroja; 1.377.324 euros para las del CEP Luis Vives y la escuela infantil Ausiàs March de Massanassa; 1.198.371 euros para el CEIP Orba de Alfafar y otros 444.554 euros para la redacción de proyecto y dirección de las obras de derribo del CEIP Carme Miquel de Algemesí.  Por su parte, el IES Albal encara la recta final de su rehabilitación que concluirá previsiblemente en la primera quincena de agosto, a tiempo para el inicio del curso escolar el próximo 8 de septiembre, según informaron el alcalde José Miguel Ferris y el director general de Infraestructuras Educativas, José María Larena, en su visita a las obras el pasado 23 de julio.

Otro de los centros más afectados fue el IES Alameda de Utiel, que se reconstruirá, pero mientras, explica el alcalde, Ricardo Gabaldón, se reubicará a parte del alumnado en un edificio municipal cuyas obras se acabarán a finales del año que viene con presupuesto municipal y de la Diputación. En paralelo, habrá aulas prefabricadas.

Instalaciones deportivas

Los polideportivos, pabellones, gimnasios y piscinas son otras de las infraestructuras municipales dañadas por la dana. Muchas de ellas, todavía no han podido abrir y aún no han empezado las labores de reconstrucción.

En el caso de las piscinas de verano, Benetússer y Paiporta son las más damnificadas y aún no han empezado con su adecuación. Sus instalaciones están totalmente devastadas y las maquinarias, se encuentran en las plantas subterráneas, lo que su recuperación se hace más costosa. Sedaví es otro de los municipios que aún no ha abierto su complejo estival, pero a diferencia de las otras dos localidades, Sedaví está finalizando y próximamente abrirá al público.

En el caso concreto del campo de fútbol municipal de Benetússer, ya se han iniciado las obras realizadas por la Federación de Fútbol de la Comunitat Valenciana con un presupuesto de 335.774 euros. 

Asimismo, a Paiporta y Benetússer se les echa encima también su complejo deportivo municipal, que en ambos municipios incluye el gimnasio y la piscina cubierta, y sus respectivos polideportivos, que aún no han recuperado el pabellón, las pistas de baloncesto, pádel y el campo de fútbol. En Catarroja y Picanya tampoco han recuperado sus piscinas cubiertas- aunque sí las de verano- ni otras instalaciones deportivas municipales donde entrenan clubs locales. 

En cuanto a Los Serranos, el Ayuntamiento de Gestalgar ya ha iniciado todos los expedientes para adquirir los terrenos para el nuevo polideportivo. El anterior estaba en zona inundable, de modo que se relocalizará. En el espacio del antiguo pabellón, gracias a los fondos del Ministerio de Infancia, se construirá un parque urbano con pistas de skate, espacios ciclistas y pistas multideportivas.

El campo de fútbol de Bugarra está también entre las actuaciones pendientes de la localidad, mientras que se ha reconstruido la piscina “con mucho esfuerzo” de la concesionaria. “Había que dar un servicio a la población porque el baño en el río no es recomendable”, explica Teresa Cervera. En la Hoya de Buñol, en Cheste, la piscina se ha podido reabrir gracias a una ayuda económica del mundo del automovilismo. En Chiva, está prácticamente recuperado.

Agua y espacios naturales

En el interior, las obras relacionadas con el agua siguen estando entre las prioritarias. En Pedralba, Andoni León explica que empezarán en agosto las obras de reposición de la red principal de agua potable del municipio. Dos millones de euros es el presupuesto del Ministerio de Transición Ecológica para modificar el alcantarillado y pluviales en la avenida Diputación de Gestalgar. Por su parte, a la alcaldesa de Bugarra le habría gustado pedir la bandera azul para la playa fluvial, pero la dana trastocó sus planes. En junio, la CHJ comenzó a trabajar en las orillas del río. En Riba-roja, la Confederación ya está haciendo la limpieza del parque natural.

De hecho, hasta el momento, la Confederación Hidrográfica del Júcar ha puesto en marcha 17 obras de emergencia con una inversión de más de 220 millones de euros. Estas 17 obras de emergencia contemplan la ejecución de 570 actuaciones a lo largo y ancho de la Demarcación Hidrográfica del Júcar, todas en realización. Se han priorizado las actuaciones para garantizar el abastecimiento de agua urbano a toda el área metropolitana de València (Canal Júcar-Turia, con un presupuesto de 30 millones de euros y que estará terminado en 2026), de Villar del Arzobispo y de los regantes de más 24.500 hectáreas del Campo de Llíria. 

También la extracción de lodos y reparación de daños en la presa de Forata (6,5 millones de euros para que esté en buen estado de cara al otoño) o la restauración y reconstrucción del barranco del Poyo. Esta actuación, con un coste de 46 millones de euros, se centra en reconstruir los taludes más afectados para dar respuesta a nuevos episodios. Desde la CHJ aseguran que es complicado dar fechas por la necesidad de coordinarse con otras administraciones pero acelerarán los trabajos este verano para terminar “lo antes posible”. Por otra parte, la obra de emergencia para la reparación de daños producidos en el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) cuenta con una inversión estimada de 22,5 millones, y ya está en fase piloto la implantación de un Sistema de Alerta Temprana (SAT) para mejorar la capacidad de previsión.  

Además de estos proyectos, la previsión de la Confederación es que hasta el primer trimestre de 2026 se puedan aprobar técnicamente y licitar cinco proyectos planteados en la Ribera del Júcar con un presupuesto de 44 millones de euros. En concreto, son obras de adaptación en el barranco de Barxeta, en la Casella y mejora de su capacidad, en el núcleo urbano de Cogullada y en la confluencia del barranco Casella– Barxeta. 

Centros culturales

La cultura es otra de las áreas afectadas en los municipios de la zona cero. Mientras algunas poblaciones ya han podido recuperar su agenda cultural, otros siguen con sus teatros cerrados. Algunos, como el de Utiel -justo encima del río Magro- se reconstruirán pero en otra ubicación, lejos de zona inundable y con fondos de la Conselleria de Educación. Otros siguen esperando. 

Es el caso del Teatro Auditorio de Catarroja (TAC), en cuyo sótano se albergaba el Conservatorio profesional de música. La fuerza del agua, que alcanzó hasta los tres metros de altura en la zona de butacas, partió el escenario por la mitad y llegó hasta el sótano donde no solo acabó con todos los decorados de las obras, sino con todo el sistema de sonido e iluminación. Según la concejala de Cultura los daños se calculan en más de 7 millones de euros, y a pesar de que el Estado cubrirá ese importe con la ayuda a la reconstrucción que asciende a 138 millones, «siguen faltándonos medios personales para redactar los pliegos de la obra de acuerdo con la ley y poder empezar los trabajos».

El Auditorio de Paiporta es otro de los que se encuentra cerrado temporalmente. A este edificio municipal se suman las dependencias de la Policía Local, que desde los días posteriores a la dana está reubicada en la primera planta del polideportivo municipal. Lo mismo le ocurre a Benetússer, que tuvo que trasladar a su Policía Local a la antigua biblioteca del municipio, junto al salón de plenos del ayuntamiento.

La reconstrucción avanza en La Ribera

El Ayuntamiento de Carlet abrió el viernes al tráfico un nuevo paso por el cauce del Magro para conectar el casco urbano con el polígono industrial como alternativa al puente que derribó la dana y en el que trabaja la diputación con la perspectiva de que se pueda reabrir en septiembre. El nuevo vial es una de las pocas infraestructuras acabadas en la Ribera en el proceso de reconstrucción cuando se cumplen nueve meses de la catástrofe, junto a la reparación del puente de la CV-42 y de la pasarela al colegio de los Maristas en Algemesí, el puente de la Fallereta en Turís, las piscinas municipales de Algemesí y Carlet, las infraestructuras de riego en Llombai -que esta semana quedarán completadas -, el paso entre Real y Montserrat o los centros de día de Guadassuar y Algemesí para la atención de personas dependientes, así como numerosos caminos rurales.

Son muchas las obras actualmente en ejecución, pero son muchas más las que falta por ejecutar. Los ayuntamientos afectados por la dana están sumidos en la elaboración de memorias con el objetivo de obtener la financiación necesaria para impulsar multitud de proyectos y poder recuperar instalaciones públicas e infraestructuras municipales.

De entre las obras en marcha, destacan las motas de protección frente a inundaciones o la reconstrucción de márgenes en el Magro que, en unos casos la Confederación Hidrográfica del Júcar y, en otros, la Conselleria de Agricultura están construyendo en municipios como Real, Montroi, l’Alcúdia, Carlet, Guadassuar o Algemesí.

Muy avanzada se encuentra ya la mota que protegerá el casco urbano de l’Alcúdia, en lo que representa la principal obra de defensa contra inundaciones en este municipio, a cargo de la CHJ, según explica el alcalde, Andreu Salom, quien detalla que la previsión es que esté concluida en diciembre. También impulsa la CHJ en Real la reconstrucción de un tramo de más de un kilómetro de un lateral del río, comenta Gerardo López, alcalde de la localidad. Algemesí trabaja en estos momentos en la reparación del centro polivalente, la piscina cubierta o de la propia casa consistorial, entre otras infraestructuras municipales, así como en la adquisición de las viviendas de la avenida de Carlet, en el barrio del Raval, al objeto de proceder a la demolición.

La mayor inundación sufrida por Algemesí en su historia ha llevado al ayuntamiento a plantear una renovación de gran calado en la red de alcantarillado, valorada en 22 millones de euros, para aumentar la capacidad de desagüe que se ejecutará en un horizonte de cuatro años, un ambicioso proyecto que, según explica el alcalde, José Javier Sanchis, condiciona otras obras de reparación de viales ante la previsión de levantar las calles. Algemesí fue el pueblo de la Ribera más afectado por la dana. También proyecta un gran tanque de tormentas, ha solicitado que se eleve el puente de la carretera de Guadassuar sobre el Magro o la ampliación del cauce del río, así como una nueva mota de protección. Está pendiente de derribar el colegio Carme Miquel del Raval y también está en lista de espera la reparación de centros culturales como el teatro, la biblioteca o la sede de la sociedad musical, entre otros.

L’Alcúdia también tiene sobre la mesa un proyecto de renovación y reconstrucción de la red de agua potable, el sistema de depuración y, sobre todo, de la red de saneamiento, valorado en 20 millones de euros. La empresa concesionaria se encuentra a la espera de la resolución del Ministerio de Transición Ecológica para empezar, en lo que se considera una de las actuaciones más urgentes debido a los daños sufridos por el alcantarillado. El ayuntamiento también trabaja en la memoria para reponer el alumbrado público, que en algunas zonas del municipio requiere de una renovación integral.

Guadassuar tiene pendiente la renovación del alcantarillado y de la red eléctrica, en una intervención valorada en cerca de un millón de euros, aunque el ayuntamiento pretende dar prioridad a la reparación del auditorio, al tratarse de una infraestructura muy utilizada por todo tipo de asociaciones. La inversión estimada es también de un millón de euros. Asimismo, falta reparar el Hogar del Jubilado, el Punt Jove o la Escola d’Adults municipal, así como algunos parques y jardines.

Alginet, que sufrió los efectos de varios tornados, tiene pendiente la reparación del polideportivo, valorada en 7,2 millones de euros -este verano no podrá abrir la piscina – y también espera la construcción del nuevo colegio Blasco Ibáñez.

Montserrat ha conseguido reparar las redes de saneamiento de las urbanizaciones y los accesos, aunque tiene pendiente la recuperación de las instalaciones deportivas.

Montroi tiene aprobadas las memorias para proceder al derribo de 168 nichos del cementerio, que amenazan con desplomarse, y del muro de protección de la “escoleta”. Son las obras más urgentes, aunque quedan otras muchas por hacer, tanto en caminos rurales como en parques y jardines.

Real, por su parte, tiene pendiente una reforma de la casa de la cultura, valorada en un millón de euros, el viejo ayuntamiento (350.000 euros) o la Llar del Jubilat (cerca de 200.000 euros). También ha delegado en Tragsa la reparación de 46 caminos por importe de seis millones de euros.

Llombai ha visto cómo la licitación de las obras para reparar la pista de atletismo quedaba desierta, por lo que ha tenido que volver a convocarla, y está a la espera de que la conselleria finalice el badén del castillo.

Carlet, por su parte, tiene pendiente la reparación del colector en un tramo de la Ronda del Malecó y acabar la reconstrucción de la zona deportiva, así como el puente entre el núcleo urbano y el polígono industrial, que la Diputación de València tiene previsto reabrir en septiembre. El ayuntamiento también espera abrir ese mes la Ronda del Malecó en los dos sentidos una vez se concluya el muro.

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