La alarma que desató el gran sismo de 8,8 grados en la península de Kamchatka, Rusia, comienza a desactivarse en decena de países alrededor del mundo.
Las alertas de tsunami que alcanzaron a más de una docena de países en el Pacífico, fueron levantadas progresivamente llevando tranquilidad a millones de personas desde Japón hasta América Latina.
En Chile, el Ministerio del Interior había ordenado la evacuación de 1,4 millones de personas en las zonas costeras, en lo que calificaron como la “evacuación más masiva” en la historia del país. En la Isla de Pascua, las olas alcanzaron los 70 centímetros sin causar daños.
En Ecuador, las luces estuvieron encendidas en las Islas Galápagos donde se temía la llegada de olas de hasta tres metros. Finalmente el Instituto Oceanográfico de la Armada confirmó que el peligro había pasado, llevando alivio a los ciudadanos.
El terremoto registrado a 18 kilómetros de profundidad y a unos 130 kilómetros de la costa de Kamchatka, provocó la formación de olas de más de un metro y llevó a evacuar de forma preventiva la planta de Fukushima en Japón. Hawái era otra de las islas que también había activado sus protocolos de evacuación aunque fueron canceladas horas más tardes.
En América Latina, además de Chile y Ecuador, países como México, Colombia, El Salvador, Costa Rica y Nicaragua habían emitido advertencias de tsunami.
Con la amenaza ya disipada, las autoridades comenzaron el proceso de retorno a la normalidad en decenas de ciudades costeras luego de lo que fue un gran susto.