Como hizo con el «baby shower», Halloween o San Valentín, celebraciones extranjeras que sumó a su listado de «fiestas populares autóctonas», una parte de la sociedad argentina ha incorporado últimamente el «gender reveal», la reunión de familares, amigos y conocidos que hace una pareja para «revelar» el sexo del bebé que está esperando. Cami Homs y el Principito José Sosa lo hicieron con toda la pompa y a puro lujo y se armó una fuerte polémica.
Primero, vayamos a lo importante: la modelo, ex de Rodrigo De Paul pero mucho más famosa por ser la enemiga número uno de Tini Stoessel que por su relación con el volante campeón del mundo, hizo dos por uno con su actual pareja -también futbolista, pero en su caso de Estudiantes de La Plata- y dio a conocer al mismo tiempo tanto su embarazo como que viene una nena. Sí, una beba. Una princesita. Una «chancle». Con el «Motorcito» tiene una parejita: Francesca y Bautista.
Pero a la alegría y a la felicidad que generaron esas noticias y esas novedades se le adosó, también, una fuerte polémica por la reacción que observó una parte de la gente al ver las imágenes de lo que fue el evento. ¿Por qué se llegó a ese punto? Porque todo se hizo a gran escala y a gran nivel, y muchos se preguntaron si es necesario semejante nivel de ostentación para algo que hasta hace poco no existía y que se trata simplemente de decir «estamos esperando…» un varoncito o una nena.
Ya con su pancita asomando de manera muy evidente, Homs trató de «guardarse» en los últimos días para que nadie pudiera «quemarle» la novedad. Ella quería ser la protagonista de la historia y lo consiguió, ya que había algunos rumores de un posible embarazo pero nadie dio la primicia de manera anticipada. Su «famosa» y también «polémica» mamá, tan presente en su conflicto con De Paul, se mordió los labios en una reciente entrevista y apenas dijo que «cuando pase será bienvenido». Evidentemente, ya sabía.
CAMI HOMS Y EL PRINCIPITO SOSA REVELARON EL SEXO DE SU BEBE Y SE ARMO TERRIBLE ESCANDALO
La celebración se llevó adelante a toda orquesta. Había de todo. Ambientación, adornos, una especie de torta, comida, toda la gente vestida para la ocasión. Y a la hora de develar la gran incógnita, Camila y José apretaron cuidosamente un botón y de una serie de «bocas» o de «máquinas» empezaron a salir bombas de estruendo y humo de color rosa, con el que se anunció que estaba en camino una nena.
Semejante despliegue hizo que la gente reaccionara de distintas maneras. Muchos se asociaron a la buena noticia y la saludaron con alegría, pero otros se quejaron por la ostentación y criticaron todo el gasto y todo el lujo para casi nada. «La plata es de ellos, nadie les puede decir nada. Cada uno con su plata hace lo que quiera, pero para decir que va a tener una nena gastarse toda esa guita y más en un momento como este no era necesario» se dijo con mucha repetición.