Miércoles, la siniestra adolescente de la familia Addams, ha vuelto a Netflix. Era uno de los estrenos más esperados del verano y uno de los títulos con los que la gran N roja pretende consolidar una de sus grandes franquicias televisivas. Casi podría pensarse que es una respuesta a la anunciada serie televisiva sobre los libros de Harry Potter de HBO. Pero los responsables de la plataforma saben lo que tienen entre manos y no han querido disparar con pólvora de rey. Por eso han evitado precipitarse y se han tomado su tiempo para que sus seguidores puedan disfrutarla. Casi tres años han tardado en llegar estos nuevos episodios y, encima, lo hacen por etapas, ya que la segunda temporada no está completa. Esta semana solo se han estrenado cuatro capítulos y, para el resto, tendremos que esperar a septiembre. Una estrategia que la plataforma se reserva para sus títulos más emblemáticos y con la que se pretende evitar que el boom se diluya a los pocos días del estreno. Cuando en unas semanas llegue la parte final, seguramente la serie seguirá estando en las conversaciones, como lo están haciendo otros títulos que emiten un capítulo semanal en las plataformas de la competencia. Así que todo queda abierto en estos cuatro primeros episodios, que preparan lo que está por venir tras el verano. Aunque sería un error pensar que no pasa nada, porque la acción no da un segundo de respiro.
La serie ha vuelto por todo lo alto. Con mayor presencia del resto de la familia Addams, muchas más tramas en torno a los personajes secundarios y más monstruos. No solo regresan los malos de la primera temporada, sino que tenemos a otros nuevos que acaparan las dotes detectivescas de la adolescente interpretada por Jenna Ortega. Ella sigue siendo la protagonista absoluta de la serie, aunque ceda el foco hacia otros personajes. La franquicia había sido siempre una serie más coral, aunque las tramas centradas en los personajes adultos eran las predominantes. Esto ha cambiado desde el desembarco de los Addams en Netflix. ¿Nos aproximamos a un verdadero spin off? A diferencia de la primera temporada, la aparición del resto de la familia ya no se limita a pequeños cameos, para recordarnos de donde viene la protagonista. El estrafalario clan ha llegado para quedarse y se ha instalado en la siniestra escuela de Nevermore. En estos nuevos episodios Pugsley, el hermano pequeño de Miércoles, se incorpora al reparto como un personaje fijo, interpretado por el joven Isaac Ordonez. Luis Guzmán y Catherine Zeta-Jones también tienen una presencia más prolongada como Gómez y Morticia en estos nuevos episodios. Por cierto, que he recordado que había un bebé entre los Addams, a quien por aquí todavía no hemos visto. ¿Lo haremos alguna vez?
Los homenajes a las películas de la saga estrenadas en los 90 no cesan. Si en la primera temporada teníamos a Christina Ricci, que interpretó a Miércoles; en estos nuevos episodios tenemos a Christopher Lloyd, que en los filmes anteriores encarnó al tío Fester, y aquí tiene el papel de uno de los profesores de los Addams. Por cierto, más guiños. Su personaje es una cabeza que se conserva dentro de un tarro. ¿Es un homenaje al personaje que encarnó Lloyd en la serie de Cuentos Asombrosos de los 80?
Con esta segunda temporada, se cumple con esa norma no escrita que tiene Hollywood para las secuelas de dar lo mismo, pero en mayor cantidad. Tenemos un nuevo misterio que resolver en el colegio y que permitirán a Miércoles seguir ejerciendo sus dotes detectivescas. No hay que olvidar que los creadores de la serie son Miles Millar y Al Gough, fueron también los padres de la serie televisiva Smallville, que durante diez años narró los años de adolescencia de Superman. Inexplicablemente en el verano en el que el último hijo de Krypton arrasa en las taquillas de todo el mundo, es un título que han dejado fuera del catálogo de HBO. Algo que no se entiende, dado que aspiraba a ser la plataforma para los títulos de DC, la editora del personaje. Aunque también se ha desprendido de otros títulos. Pero no nos desviemos del tema. La segunda temporada de Miércoles profundiza en esos misterios de adolescente, pero hay otra pata más de la silla, tan importante como las anteriores, que garantiza el gusto por lo gótico, el amor macabro y los monstruos: Tim Burton.
El sello de Burton como uno de los creadores de la serie es inconfundible, aunque él solo dirige dos de estos cuatro episodios. Los suyos son claramente distinguibles. El primer episodio nos regala una secuencia filmada en la técnica stop motion, usada por el cineasta en algunos de sus mejores títulos de animación, y que visualmente nos recuerda a Vincent (1982), su primer cortometraje para la Disney. Este fragmento y la recuperación del monstruo de la primera temporada nos da una estética puramente burtoniana. El problema es que en otras secuencias en las que se usan efectos digitales supone un fuerte contraste con la técnica anterior, lo que contribuye a diluir el personal estilo del cineasta de Burbank. Por ejemplo, para recrear al mayordomo de los Addams se ha usado el ordenador y esos efectos con los que se pretende destacar su gran tamaño físico chirrían con los otros efectos visuales. La serie también cuenta con el buen hacer de un director español, el sevillano Paco Cabezas, que parece estar especializado en el género de terror y fantástico. En su carrera, figuran episodios de Penny Dreadful, Fear the Walking Dead, American Gods o The Umbrella Academy. Cabezas es el responsable de dos de estos cuatro episodios para el regreso de los Addams a la caja tonta.
A lo largo de estos episodios no faltan otros homenajes cinematográficos. El villano usa a una bandada de cuervos para eliminar a sus enemigos en unas secuencias que nos recuerdan mucho a Los pájaros de Alfred Hitchcock. Hasta tenemos una secuencia donde se destroza una puerta con un hacha, del mismo modo que hiciera el personaje de Jack Nicholson en El resplandor. Guiños por los que se caracterizó también Stranger Things. De alguna manera, Miércoles es un homenaje al cine fantástico de otras épocas que podrían atraer tanto a los amantes de estos clásicos como a los seguidores de Jenna Ortega. Algunos análisis ya están diciendo que el impacto de esta segunda temporada no ha tenido el impacto de la primera, que llegó a ser una de las más vistas en la historia de Netflix. Sin embargo, estos datos hay que cogerlos con pinzas, dado que han pasado muy pocos días desde el estreno y todavía estamos en agosto, donde el consumo televisivo es menor. Esto es una carrera de fondo y seguramente los datos serán diferentes en unas semanas y sobre todo cuando en septiembre esté la temporada completa. Porque lo que nadie duda es de que tendremos también una tercera entrega y que los Addams han venido para quedarse. Aunque a ser posible, a ver si no dejan tanto tiempo entre una entrega y otra. Sobre todo porque tenemos el añadido de que los protagonistas son personajes adolescentes y para dar credibilidad a sus papeles, el tema de la edad es fundamental.