Realizar una revisión del coche de forma periódica es fundamental para garantizar su seguridad, rendimiento y durabilidad.
Se suele hablar de kilometrajes para indicar cuándo se debe echar un vistazo al coche, pero no todos los conduutores tienen claro de qué elementos es importante controlar ni cada cuántos kilómetros.
La primera revisión del coche
La revisión coche, a los 10.000 kilómetros, suele coincidir con los primeros 6 a 12 meses de vida del vehículo, dependiendo del uso. Aunque puede parecer prematuro, este momento es clave para detectar desgastes o problemas derivados del rodaje inicial del motor. Hay que considerar, al mismo tiempo, que estos componentes habrá que ir revisándolos conforme pasen, de nuevo, otros 10.000 kilómetros u otro año.
Los elementos que se deben revisar o sustituir son:
- Cambio de aceite y filtro de aceite: esencial para mantener el motor en buen estado y libre de impurezas.
- Control de niveles: se revisan el refrigerante, el líquido de frenos, el de la dirección asistida (si aplica) y el del limpiaparabrisas.
- Revisión del sistema de frenos: se inspecciona el desgaste de pastillas y discos de freno.
- Neumáticos: se comprueba la presión y el desgaste, vigilando posibles deformaciones o desgaste irregular.
- Inspección visual general: se detectan fugas, estado de correas, mangueras y batería.
- Chequeo de luces y sistemas eléctricos: funcionamiento de luces exteriores e interiores, limpiaparabrisas, bocina y otros elementos electrónicos.
Además, algunos talleres pueden recomendar la inspección del filtro de aire del motor, sobre todo si el vehículo circula frecuentemente en zonas polvorientas.
La revisión de los 20.000 kilómetros
Cuando el coche alcanza los 20.000 kilómetros, es momento de realizar una revisión más completa. Aquí se repiten muchas de las acciones anteriores, pero también se suman otras tareas más exhaustivas del mantenimiento del coche por kilometraje.
- Sustitución del filtro de aire del motor si no se hizo en la anterior revisión.
- Cambio del filtro del habitáculo o de polen, que afecta directamente a la calidad del aire en el interior.
- Revisión del sistema de escape en busca de fugas o corrosión.
- Comprobación de la suspensión y dirección: incluye amortiguadores, rótulas y componentes de la dirección.
- Revisión de la batería: se comprueba su carga y estado, especialmente si el coche presenta dificultades al arrancar.
- Escaneo electrónico del vehículo: mediante herramienta OBD para detectar posibles fallos en la centralita electrónica.
Seguir el mantenimiento del coche por kilometraje no solo evita averías costosas a largo plazo, sino que también garantiza que el vehículo funcione de manera eficiente y segura. Para saber las fechas y lo sintervalos de revisión exactos, es recomendable consultar siempre el manual del fabricante y llevar el coche a un taller autorizado.