Batalla campal, heridos y detenidos: la locura que se vivió en Avellaneda

El partido entre Independiente y la Universidad de Chile se suspendió a causa de una batalla campal que incluyó piedrazos, destrozos, enfrentamientos entre ambas parcialidades y hasta el lanzamiento de una bomba de estruendo. El encuentro era válido por los octavos de final de la Copa Sudamericana y derivó en un escándalo por el violento comportamiento de los hinchas visitantes y la respuesta de la barra del «Rojo».

Los disturbios comenzaron antes del descanso y dejó el saldo de decenas de heridos y un caos en las tribunas.

Desde la bandeja superior, donde estaba el público visitante, comenzaron a arrojar asientos, piedras y objetos contundentes hacia la parcialidad local. Todo ocurrió en medio de las fallas del operativo de seguridad (pese al despliegue de más de 800 efectivos entre fuerzas públicas y seguridad privada) y la situación se agravó cuando los heridos invadieron el campo para pedir auxilio.

En medio de la dramática secuencia, una bomba de estruendo fue lanzada contra uno de los sectores donde se encontraban familiares de los jugadores, generando pánico en las cercanías del campo.

Mientras se ordenaba el desalojo de los hinchas de la «U», varios hinchas de Independiente decidieron subir a la tribuna alta (donde todavía quedaban algunos hinchas chilenos) y los golpearon, los desnudaron y hasta los lanzaron al vacío.

Se estima que hay treinta heridos (tres de gravedad) y se desconoce cuándo se completará el partido.

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