El campo reclama entrar en el Pacto de Estado contra el cambio climático: «Talar un árbol no es un crimen, es hacer gestión forestal»

Con los rescoldos del fuego todavía calientes, el sector agrario de las comarcas afectadas por los incendios de Galicia, Castilla y León y Extremadura, levanta la mano y pide permiso para hablar. Han sido días largos los de las últimas semanas y lo que se viene por delante no parece que vaya a ser mejor. «Vamos a necesitar más apoyo que nunca, porque si algo ha quedado claro con el drama que se ha vivido estos días, es que las explotaciones agrícolas familiares somos clave para mantener el territorio y que se ha de contar con nosotros para mitigar el cambio climático«, reivindica Cristóbal Cano, secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), una organización que agrupa a propietarios de fincas gestionadas por familias, en las que se cultiva más del 85% de los alimentos consumidos en España.

A todos aquellos que proclaman que los incendios se apagan en invierno («algo que es completamente cierto», apostilla Cano), los agricultores y ganaderos les recuerdan que «si el territorio estuviera ordenado y cultivado, con el mosaico agrícola que tenía antes, posiblemente no estaríamos hablando de estos incendios de sexta generación«, defiende Raquel Serrat, coordinadora de Unió de Pagesos (UP) en Catalunya y miembro del nuevo sindicato Unión de Uniones (UdU). «Y es que la gente, sobre todo esa gente de ciudad que se declara tan ecologista, debe entender que cuando talamos un árbol no estamos cometiendo ningún crimen, estamos haciendo gestión del territorio», agrega Serrat. De hecho, subraya la dirigente agraria, «los agricultores saben desde siempre cómo hacer frente al fuego, somos nosotros quienes empezamos a usarlo para frenar las llamas, quienes abrimos cortafuegos a diario… Para nosotros, no es nada nuevo».

Por eso y porque, en definitiva, son ellos quienes viven en ese medio rural que ahora está tan amenazado, «el sector primario reclama formar parte del Pacto de Estado contra los incendios y la crisis climática que ha anunciado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez». «Somos los primeros convencidos de la necesidad de abordar este desafío que, por supuesto, afecta al conjunto de la sociedad, pero que lo hace de manera especial a nuestras explotaciones agrícolas y ganaderas», indica Cano. «Somos decisivos para combatir los problemas que está trayendo el cambio climático, y si no lo hacemos más a menudo, es porque muchas veces algunas normas inmovilistas no nos dejan«, remacha Serrat, que lamenta «la hipocresía de algunos partidos políticos, que solo se acuerdan del sector en momentos como este».

Para Javier Fatás, responsable de Medio Ambiente en la Confederación de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG), lo que ha ocurrido este verano en las comunidades del noroeste de España «es algo que ya se veía venir y de lo que los agricultores llevan tiempo alertando«. «Lo peor es que ahora, tras lo ocurrido allí, va a ser aún más difícil frenar el proceso, porque en zonas con la población envejecida y con un abandono rural tan avanzado, lo más probable que es que, tras los incendios, aún se acelere más el cierre de explotaciones», avisa.

Suscríbete para seguir leyendo

Más Noticias

Noticias
Relacionadas