Andalucía no participará en ninguna operación de quita de deuda y dejará de pedir créditos al Estado a través de los instrumentos de préstamos estatales a partir del año 2026. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha dado otro portazo a la operación de quita de deuda aprobada este martes en el consejo de ministros en un acto compartido con la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, en el que ha ratificado su rechazo y al mismo tiempo ha dado un paso más: Andalucía dejará de acudir a los instrumentos de préstamos del Estado a partir de 2026 y sólo se financiará en los mercados, como hace por ejemplo la Comunidad de Madrid.
«No vamos a asumir ninguna quita de deuda», zanjó el presidente de la Junta de Andalucía al mismo tiempo que la vicepresidenta María Jesús Montero aprobaba en el Consejo de Ministros la operación de condenación. «No es favorable para nosotros, ni la necesitamos. Es sólo una operación política de Pedro Sánchez para cumplir un compromiso político y continuar en el poder», completó.
Pero la Junta de Andalucía quiere dar un paso más. Y por eso, en la planificación presupuestaria de 2026 eliminará cualquier instrumento de crédito del Estado de forma que toda la deuda se obtenga a través de préstamos en las entidades bancarias. Esto supone un hito en la planificación financiera de la comunidad autónoma que sigue los pasos de otras regiones como Madrid.
Este 2025, por ejemplo, el presupuesto andaluz se diseñó con una previsión de financiar 3.731 millones de euros a través de operaciones de crédito. Y de éstos se corresponderían con préstamos directos con cargo al Fondo de Financiación a las Comunidades Autónomas del Estado un total de 737,58 millones de euros. Este es instrumento previsto en el sistema autonómico para facilitar préstamos en condiciones más favorables a las autonomías que el mercado y que beneficia sobre todo a aquellas cuya situación financiera condiciona las ofertas que recibe de las entidades bancarias.
Los créditos del Estado a las autonomías son un instrumento habitual de financiación territorial que cobró especial en la anterior crisis económica cuando se recortaron las transferencias a las comunidades autónomas y muchas de ellas, entre ellas Andalucía, necesitaron de préstamos para poder mantener los servicios públicos. Ese es el origen de hecho de buena parte del endeudamiento de las comundidades autónomas con el Estado que ahora propone reducir el Gobierno. Por ejemplo, los 18.791 millones que se van a condonar a Andalucía son créditos que se solicitaron al Ministerio de Hacienda a través del Fondo de Liquidación Autonómica (FLA).
Andalucía pudo volver a los mercados en 2021 tras varios ejercicios en los que sólo podía financiarse a través del Estado. Desde entonces de forma progresiva ha venido aumentando el peso de la deuda de la Junta que está en manos de entidades bancarias y se ha reducido al mismo tiempo los créditos de carácter público. En estos momentos los intereses y los plazos resultan más beneficiosos en los mercados que en la Administración.