Se llama Vittorio V., tiene 45 años y, según las autoridades italianas, vive en Florencia aunque es originario del sur de Italia. Este es el perfil de la persona que administraba la página web Phica.net, una plataforma para adultos que colgaba fotografías de mujeres —algunas de ellas, muy conocidas, otras, menores— sin su consentimiento, según ha publicado este martes el periódico italiano Domani, especializado en periodismo de investigación, al informar sobre la investigación policial actualmente en curso.
El clamor provocado por Phica.net —que tenía miles de suscriptores y cerró la semana pasada tras cientos de denuncias— se suma al similar caso del grupo de Facebook «Mia moglie (Mi esposa)«, en el que maridos y parejas compartían fotos íntimas de sus compañeras sentimentales y que también se ha conocido en las últimas semanas, lo que ha reabierto el debate sobre cómo proteger a las mujeres víctimas de estos casos.
También extorsión
La razón, además del hecho en sí, es que en ambos casos las imágenes —centenares, algunas también extraídas de redes sociales o fotomontajes— recibían decenas de comentarios sexistas y machistas, además de morbosos y violentos, por parte de sus usuarios. Pero eso no sería todo. En el caso de Phica (palabra que fonéticamente en italiano alude tanto a una chica guapa como al órgano genital femenino), también se investigan intentos de extorsión a las mujeres víctimas, algunas de las cuales son políticas conocidas, entre ellas Giorgia Meloni, la primera ministra italiana, y la líder de la oposición, Elly Schlein.
Dicha extorsión, según lo publicado por Domani y avalado por el experto en ciberseguridad Alex Orlowsky, se habría realizado directamente desde esa página a través de un sujeto que se presentaba como un colaborador de la policía postal, la unidad que en Italia se encarga de identificar posibles delitos en Internet. «De los balances oficiales resulta que la sociedad ha facturado alrededor de 150 mil euros al año en 2023 y en 2024, con utilidades netas de 69 mil y 65 mil euros respectivamente», ha añadido Domani.
Legislación difícil
Con todo, la tormenta ha empezado a remover algunas cosas en Italia de una manera insólita. Sobre todo, ha reabierto el debate sobre el llamado ‘revenge porn‘ y la difusión sin consenso de imágenes íntimas en Internet. De hecho, si bien en Italia existe una ley desde 2019, que prevé penas de hasta seis años por la difusión de contenidos sin consenso, los analistas han señalado dificultades en la aplicación de la legislación debido a que a menudo los usuarios son anónimos y los proveedores se ubican fuera de Italia.
«Esto demuestra que una respuesta únicamente penal es insuficiente si no va acompañada de una propuesta institucional educativa, tanto en términos de educación sexual como digital, porque las fuerzas del orden no tienen los medios para responder a un ecosistema tan amplio y de difícil rastreo», ha explicado Valeria Campagna, vicesecretaria del Partido Democrático en la región del Lacio y cuyas imágenes también fueron difundidas en Phica. «Sabemos que hay mucho trabajo por hacer y que llevará tiempo, pero no es cierto que no sea posible cambiar las cosas», añadió que aún así se dijo «asqueada, enojada, decepcionada» por la situación.
Dignidad pisoteada
La propia Meloni también se ha pronunciado sobre el caso. «Estoy indignada por lo sucedido y quiero manifestar mi solidaridad y cercanía a todas las mujeres que han sido ofendidas, insultadas y violadas en su intimidad por los administradores de este foro y sus usuarios», dijo la primera ministra en una entrevista con el diario italiano ‘Corriere della Sera’. «Es desalentador constatar que en 2025 todavía haya quienes consideren normal y legítimo pisotear la dignidad de una mujer y atacarla con insultos sexistas y vulgares, escudándose en el anonimato o detrás de un teclado», añadió.
Por su parte, Phica, en su último comunicado visible en la página, se ha defendido. «Hola a todos. Es hora de aclarar las cosas. Phica nació como una plataforma para el debate y el intercambio personal, con un espacio dedicado a quienes querían certificarse y compartir su contenido en un entorno seguro”, escribió. «Desafortunadamente, como en cualquier red social, siempre hay personas que hacen un mal uso de las plataformas, dañando su esencia y propósito original«, continuaron, al rechazar también las acusaciones de extorsión.
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