Los neumáticos son el único punto de contacto entre el vehículo y el asfalto, por lo que su correcto estado es fundamental para garantizar la seguridad en la conducción. Para no tener ningún imprevisto en la carretera es muy importante revisar las ruedas. Además debes prestar mucha atención a un problema frecuente, un tanto desconocido para muchos conductores: los neumáticos cristalizados. Este fenómeno afecta a la elasticidad y a la estructura del caucho, y puede tener graves consecuencias para la seguridad.
Mecánico revisando y cambiando los neumáticos / Getty Images
¿Cómo debes revisar tus neumáticos?
Las ruedas son fundamentales para el correcto funcionamiento del vehículo. Si no las tienes en perfectas condiciones, puedes tener algún susto que acabe en un accidente. Para no tener ningún imprevisto, debes seguir estos consejos para revisar los neumáticos de tu vehículo:
- Revisa la presión con frecuencia: Una de las mejores formas de cuidar los neumáticos es comprobando la presión regularmente. Lo recomendable es al menos una vez al mes y siempre antes de hacer viajes largos o con carga extra. Debes ajustar la presión a la indicaba por el fabricante del vehículo. Además tienes que revisar las presiones de los neumáticos en frío, porque si lo haces en caliente la medición se desvirtúa.
- Rota los neumáticos: La mayoría de personas no suele cambiar las cuatro ruedas del coche a la vez debido a su alto coste. Mucha gente las cambia de dos en dos, rotando las ruedas del eje delantero por las del trasero cada 10.000 km aproximadamente. Si lo haces de esta manera tendrás un desgaste uniforme. Además, combinando la rotación con el equilibrado, cada vez que montes los cuatro neumáticos nuevos evitarás vibraciones, desgastes irregulares y alargarás su vida útil.
- Controla el desgaste: Debes examinar los neumáticos de vez en cuando buscando posibles grietas, cortes, deformaciones u objetos incrustados. Una rueda con defectos puede ser peligrosa en un viaje largo en el que se rueda a alta velocidad de forma continuada. Recuerda que cuando te acercas al límite legal de 1,6 mm de profundidad del surco, la capacidad de evitar el aquaplaning se reduce y además está prohibido circular con menos profundidad.
- Modera la velocidad: Conduce con suavidad, respetando los límites de velocidad y adelantando con precaución. Las altas velocidades y las frenadas repentinas incrementan el calor, el desgaste irregular y el riesgo de pérdida de control.
Mecánico revisando los neumáticos de un coche / Getty Images
¿Qué son las ruedas cristalizadas y cómo sabes si las de tu vehículo están en este estado?
Las ruedas cristalizadas son neumáticos que han sufrido un proceso de endurecimiento, perdiendo su elasticidad natural. Esto provoca que la goma se vuelva dura y quebradiza, afectando negativamente a la adherencia a la carretera y, en consecuencia, a la seguridad al volante.
Hay una serie de causas que contribuyen a que los neumáticos se cristalicen y Euromaster, la red de talleres especialista en el mantenimiento integral del vehículo, las ha detectado. Cuando es verano o hay altas temperaturas, la radiación ultravioleta de los rayos del sol puede alterar los compuestos químicos del caucho, debilitando su estructura.
Mecánicos cambiando los neumáticos de un coche / Getty Images
Además, exponer los neumáticos a condiciones extremas (calor intenso o mucho frío) también hace que el caucho del neumático pierda elasticidad. La última causa que contribuye a la cristalización de los neumáticos es un almacenamiento inadecuado, ya que guardarlos durante mucho tiempo en lugares calurosos o húmedos, puede provocar que su estructura se cristalice. Euromaster recomienda que los neumáticos se guarden en lugares frescos, secos y oscuros para prevenir su deterioro.
Hay una serie de signos o síntomas que te hacen ver que tus neumáticos están cristalizados y los tienes que cambiar, porque como hemos dicho, las ruedas son fundamentales para la seguridad y el correcto funcionamiento del vehículo. Una rueda cristalizada tiene menor capacidad de frenada, con menor adherencia al asfalto y, por tanto, más posibilidades de sufrir un accidente. Además, las grietas en la estructura y su endurecimiento incrementan las probabilidades de sufrir un reventón a alta velocidad, y la falta de elasticidad de la cubierta afecta a la estabilidad del vehículo, especialmente en curvas o maniobras bruscas. Si ves estos síntomas en los neumáticos de tu coche, debes cambiarlos:
- Grietas visibles: pequeñas fisuras en la superficie del neumático, signo claro de deterioro.
- Pérdida de elasticidad: si los neumáticos están más duros de lo habitual y no recuperan su forma fácilmente, es momento de revisarlos.
- Ruidos anómalos al rodar: sonidos inusuales como zumbidos o roce pueden indicar que los neumáticos están en mal estado.