Encontrar zapatillas deportivas adecuadas según el deporte es clave para evitar lesiones, potenciar el rendimiento y alargar la vida útil del calzado. En Argentina, donde la oferta de modelos es amplia y los deportes favoritos varían de acuerdo a la región y las costumbres, elegir bien puede marcar la diferencia entre disfrutar de la actividad física o terminar frustrado por molestias y gastos innecesarios.
Conocer las diferencias entre zapatillas para running, entrenamiento funcional, pádel, tenis y fútbol 5 sigue siendo relevante en la actualidad, ya que cada disciplina exige características técnicas específicas en el calzado.
Por qué no es lo mismo correr, entrenar o jugar al pádel
La elección de zapatillas según el deporte es mucho más que un tema de moda. Correr, por ejemplo, implica un movimiento lineal y repetitivo, con miles de impactos por sesión, donde la amortiguación, el peso y la respuesta del calzado son fundamentales. Aquí, conceptos como la eficiencia de carrera, la rigidez longitudinal (muchas veces gracias a placas de carbono) y la economía de movimiento pueden mejorar entre un 2 y 3%, aunque no reemplazan la importancia de un entrenamiento progresivo y una carga adecuada.
En cambio, el entrenamiento funcional, el trabajo en gimnasio o el crossfit requieren zapatillas con base estable, buena tracción lateral, suela firme que no se hunda bajo peso y una estructura reforzada en zonas clave. Para halterofilia, sumar un talón elevado ayuda en sentadillas y mejora la postura.
El pádel merece un capítulo aparte. Este deporte, cada vez más popular en el país, se juega en césped sintético con arena. La clave está en elegir una suela según el tipo de superficie: espiga, omni o híbrida, combinando agarre y capacidad de deslizarse cuando hace falta. La estabilidad lateral y la protección contra torceduras son fundamentales, y los modelos actuales todavía son una opción recomendable para quienes practican varias veces por semana.
Zapatillas para running: amortiguación y ligereza ante todo
En el running, las necesidades son claras: amortiguación, ligereza y soporte específico. La altura de la media suela (stack) es crucial. Un mayor grosor amortigua mejor, pero también puede hacer el calzado más inestable y pesado. Para competencia, las reglas internacionales establecen un límite de altura para garantizar condiciones equitativas entre corredores.
Las zapatillas con placa de carbono y mayor rigidez están de moda porque mejoran la economía de carrera entre 2 y 3%. Sin embargo, este beneficio varía según cada corredor y no es un sustituto de un entrenamiento adecuado.
Otro aspecto clave es el drop, la diferencia de altura entre talón y punta. Un drop más alto puede aliviar tensiones en el tendón de Aquiles, pero un cambio brusco a drops bajos puede sobrecargar la pantorrilla. Por eso, la transición debe ser gradual.
La estabilidad es otro factor a tener en cuenta. Tecnologías como medial posting y guías de soporte pueden ser útiles para quienes sobrepronan, aunque elegir por “tipo de arco” no garantiza menor riesgo de lesiones. Lo importante es buscar un calzado que se adapte a tu pisada y estilo de carrera.
Calzado para gimnasio, entrenamiento funcional o crossfit
En entrenamientos funcionales y gimnasio, lo esencial es una base firme y estable. Levantar pesas con zapatillas demasiado blandas puede ser contraproducente, ya que la suela se comprime y resta eficiencia. Por eso, los modelos para crossfit o entrenamiento funcional ofrecen suelas planas y rígidas, con drop bajo o moderado (entre 0 y 6 mm), permitiendo mayor estabilidad en levantamientos y cambios de dirección.
La puntera ancha da espacio a los dedos y favorece la estabilidad, mientras que los refuerzos laterales previenen torceduras durante ejercicios explosivos. Si el entrenamiento incluye trepar la cuerda, buscá modelos con zonas reforzadas para resistir la fricción.
Para halterofilia, zapatillas con talón elevado ayudan a mantener una postura más erguida en sentadillas profundas, facilitando la dorsiflexión y mejorando la técnica.
Zapatillas recomendadas para deportes de cancha como tenis o fútbol 5
Tenis y fútbol 5 se juegan en superficies muy diferentes, y eso exige calzados específicos. En tenis, el soporte lateral y la suela adecuada marcan la diferencia. Para polvo de ladrillo, la espiga cerrada favorece el deslizamiento controlado; en canchas duras, un patrón all-court aporta versatilidad. Las suelas non-marking son obligatorias en canchas techadas para evitar marcas.
Para fútbol 5, especialmente en césped sintético, los botines TF (turf) siguen siendo la mejor opción. Los múltiples tapones cortos de goma distribuyen la presión y evitan lesiones por exceso de tracción. En futsal, la suela plana de goma non-marking es obligatoria, ya que brinda agarre sin dañar la superficie.
La elección de la suela afecta no sólo el rendimiento sino también la salud. Suelas AG o TF ofrecen tracción moderada y menor riesgo de lesiones, mientras que las de terreno blando pueden ser peligrosas en superficies artificiales.
Cómo evitar lesiones eligiendo el calzado correcto
Usar zapatillas deportivas específicas según la actividad es la forma más simple de prevenir lesiones. El ajuste debe ser cómodo, sin que el talón se despegue y dejando alrededor de 1 cm libre en la puntera para evitar rozaduras y uñas negras.
Si practicás un deporte más de dos veces por semana, es fundamental invertir en un par diseñado para esa disciplina. Para actividades variadas, una zapatilla cross-training con flexibilidad en la punta y control lateral es una solución eficiente.
La progresión en la carga es más importante que el calzado para prevenir lesiones, especialmente en running. Evitá aumentos bruscos en distancias o intensidades.
Cuando cambiás de modelo o de tipo de drop, hacé la transición de forma gradual. El recambio de las zapatillas depende del uso: en running, entre 480 y 800 km; en deportes de cancha, entre 45 y 60 horas de uso. Cambiá el calzado si notás pérdida de amortiguación o deformaciones en la media suela.
Un dato importante para quienes juegan al pádel: estudios recientes remarcan la relación entre tipo de suela, grado de arena y lesiones en pie y tobillo. Elegí la suela según el tipo de superficie y tu estilo de juego, para reducir el riesgo de molestias.
Consejos finales para elegir las zapatillas deportivas correctas
Probá siempre las zapatillas al final del día, cuando el pie está más dilatado, y con el tipo de medias que usás habitualmente. Pedí asesoramiento en tiendas especializadas y no te guíes sólo por la estética o las tendencias. Considerá el tipo de superficie donde vas a jugar, la frecuencia de la actividad y tu historial de lesiones para tomar la mejor decisión.
Preguntas frecuentes sobre zapatillas deportivas en Argentina
¿Cuándo conviene cambiar las zapatillas de running?
Conviene cambiarlas entre 480 y 800 km, o antes si sentís pérdida de amortiguación, deformaciones o molestias recurrentes.
¿Puedo usar zapatillas de running para el gimnasio?
No es lo ideal. El running demanda amortiguación y ligereza, pero el gimnasio requiere base firme y estable para levantamientos y movimientos laterales.
¿Cómo saber qué suela de pádel me conviene?
Elegí la suela según el tipo de cancha: espiga para polvo de ladrillo, omni para superficies muy arenosas y híbrida para canchas mixtas. Consultá siempre el nivel de arena de la pista.
¿Los botines de fútbol 5 sirven para césped natural?
No. Los botines TF son para césped sintético; en césped natural se recomienda calzado con tapones más largos y separados para evitar resbalones y mejorar el agarre.
Así, elegir zapatillas deportivas según el deporte no sólo mejora el rendimiento, sino que protege tu salud y te permite disfrutar más de cada entrenamiento.