Las zonas de bajas emisiones, el mercado de los vehículos eléctricos y la movilidad en las ciudades son temas que no se entienden de manera aislada. Al final, cada uno de ellos afecta al otro, de manera positiva tanto como negativa.
Faconauto ha elaborado un documento en el que refleja las principales cifras relacionadas con estos temas y pone sobre la mesa el panorama actual de las ciudades españoles.
Solo un 35% de implementación de las ZBE
Las ZBE son una realidad que afecta a la movilidad de las grandes ciudades desde hace más dos años. Empezando por las de Madrid y Barcelona, aunque estas también hayan ido y venido y no hayan tenido siempre un desarrollo lineal.
Desde el pasado 2023 se viene avisando desde el Ministerio de Transición Ecológica que las ciudades de más de 50.000 habitantes deben disponer de su propia ZBE. Es decir, que los ayuntamientos deben implementar una serie de restricciones a la circulación de los vehículos más contaminantes.
Aunque la fecha definitiva ha sufrido algún cambio y alguna prórroga, un total de 169 ciudades deberían contar con su propia zona de bajas emisiones en este 2025. Nada más lejos de la realidad. Según los dato spublicados por Faconauto, solo hay 58 ZBE vigentes y casi el doble, 91 ciudades, tienen las suyas todavía en trámite. Además, hay 20 ciudades que aún están pendientes de presentar sus respectivas ZBE.
Impacto positivo de las ZBE. / Faconauto
Uno de los beneficios de las zonas de bajas emisiones, según las conclusiones de los ayuntamientos de Madrid y Barcelona, es que ‘fuerzan’ a la renovación del parque automovilístico español. No obstante, este beneficio todavía no se ve reflejado en la realidad: la media de edad del parque es actuallmente de 14,5 años, una de las más elevadas de Europa y que ha ido aumentando.
La causa es que hay solo un 35% de implementación de las ZBE en toda España y que el coche eléctrico todavía no parece una alternativa real a la movilidad.
Reticencia a los coches eléctricos
Las zonas de bajas emisiones premian y favorecen el uso de los vehículos de emisiones reducidas, sobre todo los que gozan de la etiqueta Cero. Es decir, los híbridos enchufables de más de 40 kilómetros de autonomía, los 100% eléctricos y los de hidrógeno.
No obstante, los conductores españoles parece que siguen prefiriendo la etiqueta Eco antes que dar el salto a lo eléctrico para conseguir la etiqueta Cero. Así lo demuestran los porcentajes de intención de compra que ha publicado Faconauto:
- El 37,9% de los condcutores comprarían hoy un híbrido no enchufable.
- El 26,3%, un diésel.
- El 20,8%, un gasolina.
- Solo el 8,4% compraría un eléctrico puro.
- El 4,6% compraría un híbrido enchufable.
Intención de compra. / Faconauto
Estos datos provienen del estudio de Faconauto de 2025, donde también se concluye que un 61% de los conductores directamente no compraría un coche eléctrico hoy. El principal motivo (un 44,9%) es la falta de puntos de recarga, seguido de un precio elevado (37,1) y la autonomía insuficiente (13,7%).
