En una entrevista con Telefé Córdoba, Carmen Tóbares dio detalles de lo ocurrido la madrugada en que murió su hijo en Villa Parque Síquiman, puso en duda el origen del procedimiento policial y sostuvo que nada justificaba el accionar de los efectivos, dos de los cuales permanecen detenidos.
Carmen se refirió al origen del operativo policial, que según la defensa de los efectivos detenidos se inició a partir de una denuncia que advertía que un joven estaría rompiendo un auto y actuando de manera alterada.
Frente a esa versión, fue tajante: “En las cámaras no figura ningún auto que Samuel estuviera rompiendo”. Incluso recordó que el propio abogado de los policías, en declaraciones públicas, reconoció que cuando los efectivos llegaron al lugar Samuel estaba sentado, no estaba armado y no estaba agresivo. “Ni él mismo puede sostener lo que dice”, afirmó.
Hubo testigos presenciales
La mujer puso especial énfasis en un punto que considera central para la causa: la existencia de dos testigos presenciales que declararon haber visto cómo su hijo fue golpeado durante un tiempo prolongado, estimado en alrededor de media hora. “Eso no lo inventamos nosotros”, sostuvo, y remarcó que esos testimonios fueron determinantes para que la Justicia ordenara la detención de dos policías, que hoy permanecen imputados mientras avanza la investigación.
Carmen también rechazó de plano cualquier intento de justificar el accionar policial bajo la hipótesis de una crisis psiquiátrica, consumo de drogas o descontrol emocional.
“Así hubiese estado desvariando, así hubiese estado en una crisis, así hubiese estado drogado, no tenían derecho a golpearlo hasta arrebatarle la vida”, expresó. En ese sentido, enumeró las alternativas que, según explicó, estaban al alcance de los efectivos: “Podían pedir refuerzos, llamar a una ambulancia, llevarlo a un hospital, a un pabellón psiquiátrico o avisarnos a la familia”. Y agregó: “No hay justificativos de ninguna manera para lo que hicieron”.
En su relato, la madre también aportó detalles del contexto previo al hecho, que permiten comprender la situación personal de Samuel. Contó que el joven había regresado a la zona para acompañar a la familia, ya que su padre atraviesa problemas neurológicos, y que en ese tiempo colaboraba en la casa y ayudaba con la economía familiar. “Hacíamos pan casero para vender y él estuvo unas semanas ayudándonos”, recordó. Luego, Samuel había comenzado a trabajar en un hotel junto a sus hermanas, Nadia y Daniela, y estaba “buscando nuevos horizontes”.
La rutina de Samuel
Carmen relató que todos los días Samuel se iba a tomar el colectivo en el mismo lugar donde ocurrió el hecho. La última comunicación entre madre e hijo fue un mensaje enviado alrededor de las 6 de la tarde, en el que Samuel le avisaba que quizás se quedaba a cubrir un turno nocturno. “Le dije ‘dale, te espero, hijo’”, recordó. Sin embargo, la espera se transformó en tragedia cuando, cerca de las 2:30 de la madrugada, personal de Investigaciones llegó al domicilio familiar para informarles de la muerte.
En otro pasaje de la entrevista, Carmen se refirió al camino que viene recorriendo desde la muerte de su hijo y a la sensación de soledad frente a las instituciones. Si bien reconoció el acompañamiento de la gente, aseguró que de parte de los organismos oficiales solo recibió promesas. “Todos me dicen que se va a hacer justicia, que cualquier cosa avise, pero después no pasa nada”, expresó.
La causa por la muerte de Samuel Tóbares, ocurrida en Villa Parque Síquiman, continúa en etapa de investigación judicial bajo la figura de violencia institucional. Mientras se analizan testimonios, pericias médicas y registros fílmicos, la familia insiste en que se esclarezca lo sucedido y se determine la responsabilidad de los dos policías detenidos.
