El carismático youtuber estadounidense Jake Paul, devenido en boxeador de peso pesado, terminó noqueado este viernes por la noche en Miami por el doble excampeón británico Anthony Joshua. El show que ofrecieron, de enorme diferencias a favor de Joshua, fue transmitido en vivo por Netflix y repartió entre los peleadores una impresionante bolsa de 184 millones de dólares.
Poco más de un año después de su controvertida victoria sobre un alicaído Mike Tyson, casi sexagenario, Paul, de 28, esta vez subió al ring del Kaseya Center de Miami en franca desventaja, para enfrentarse a un oponente durísimo, todavía en condiciones de alternar en el primer plano del boxeo de clase mundial: Anthony Joshua, de 36 años.
«Bueno, él es un gran campeón e hice lo que pude, pero me divertí mucho…», dijo Paul, que mostró un pobre estado físico y lució cansado ya en el tercer round. La pelea generó polémica, porque decididamente había pocas equivalencias entre un showman como Paul y un boxeador profesional como Joshua, que no solo reinó dos veces entre los pesados, sino que fue también medallista olímpico y a los 36 años todavía aspira a pelear con los mejores de la categoría en 2026.
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«Estoy bien,la pasé muy bien, gracias a Dios por haber hecho este show, y espero regresar ganando…» agregó Paul, que contó que había sufrido una fractura en el ring: «Creo que tengo rota la mandíbula, si, de hecho tengo la mandíbula rota, pero estoy satisfecho de haber estado ante uno de los mejores del mundo. El era mucho más pesado que yo, más alto, ahora voy a tomar un break, pero seguiré boxeando…».
La Junta Británica de Control ha declarado que no habría aprobado la pelea en el Reino Unido por motivos de seguridad, y otros especialistas advirtieron sobre la enorme diferencia de nivel, tamaño físico y potencia que había entre Paul y Joshua, lo que ponía al youtuber en riesgo de sufrir lesiones graves.
El pesaje del jueves había mostrado clara la descomunal ventaja de peso en favor del británico Joshua (1,98 m de estatura), que detuvo la balanza en 110 kilogramos, doce más que los 98 kg de Paul, quien además es 13 centímetros más bajo. Eddie Hearn, promotor de Joshua desde hace tiempo, había calificado a la pelea de este viernes como un «desequilibrio catastrófico» incluso antes de que se firmaran los contratos.
Y a la hora del ring no hubo paridad. Joshua dominó desde el principio y Paul apenas si pudo conectar algunos pocos golpes, que nunca pudieron poner al británico en apuros. Paul ya lucía extremadamente cansado en la quinta vuelta, la pelea era a ocho rounds, y en el sexto el ataque de Joshua liquidó el pleito, mandando al estadounidense a la lona por toda la cuenta.
Es que una cosa es el show, como la parodia anterior frente a un veterano retirado como Mike Tyson, y otra muy distinta vérselas con un boxeador todavía en plenitud, cuyos golpes duelen en serio. Y fracturan mandíbulas…
HB
