La profusa difusión de parte del Gobierno de eventos policiales que incluían a “cuidacoches” tenía un fin: la reforma del Código de Convivencia de la provincia de Córdoba.
Incluso se llegó a dar a conocer un “contador” de detenciones por desempeños ilegales, desarrollado por la propia Policía.
En las últimas horas, el propio ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, hizo público el proyecto que este viernes se debate en comisión de la Legislatura. Y sentenció: “Instamos a los legisladores de todos los bloques que integran la Unicameral a dar una discusión seria, que anteponga la paz y tranquilidad de los cordobeses a la politiquería mezquina y personalista que no transforma ninguna realidad”.
Vía redes sociales, adujo que el proyecto de ley tiene “tres ejes claros”.
Detalló, en tal sentido, la voluntad del oficialismo de ponerle “fin a los naranjitas ilegales”, además de la “prohibición de los limpiavidrios”.
El tercer eje apuntado, no casualmente, es la imposición de “multas a familias que no cumplan con el calendario de vacunación obligatoria”.
La referencia a lo ‘ilegal’ de los cuidacoches apunta de costado a las cooperativas, que hace rato reclaman ser escuchadas en las discusiones.
Vía redes sociales, adujo: “Necesitamos aggiornar nuestro código contravencional a un contexto socioeconómico complejo y dinámico, que exige al Estado Provincial cada vez más y mejores herramientas para consolidar el orden público”.
El objetivo, adujo el funcionario, es “prevenir y combatir el delito, protegiendo la vida y los bienes de los cordobeses de bien”, bregando por “orden público, convivencia y paz social para los cordobeses”.