Los viajeros que este sábado se subieron a un avión en el aeropuerto de Ibiza con destino al de Málaga vivieron una experiencia que difícilmente olvidarán: el impacto de un rayo en una de las alas de la nave que, en un primer momento, llevó a algunos a pensar que podía haber estallado un motor.
Uno de los testigos del incidente, que viajaba de vuelta con su familia a Málaga después de pasar unos días de vacaciones en la isla, explica a Diario de Ibiza que el incidente se produjo en la recta final del trayecto, cuando quedaban unos 15 minutos para aterrizar.
El vuelo, operado por Ryanair y que había despegado de es Codolar con algo de retraso a las 16.45 horas, transcurría con «un poco de turbulencias, pero tampoco una barbaridad», ya que el avión se encontraba rodeado de nubes y metido en plena tormenta. Hasta que irrumpió el rayo que sembró el pánico entre algunos pasajeros.
«De repente pegó como un petardazo, un estallido que se escuchó en todo el avión. Se vio un fogonazo por la parte derecha, sobre la zona del ala, que es donde nosotros estábamos. Varias personas gritaron y luego se hizo el silencio. Iba todo el mundo bien acojonado, incluido yo», narra este pasajero.
En estos primeros momentos de confusión, algunos viajeros llegaron a temer porque se hubiera producido «una explosión en alguna parte del motor», debido a la espectacularidad de lo ocurrido. Sin embargo, los ánimos se relajaron al «mirar a las azafatas y ver que seguían hablando tranquilamente, como si nada».
«El ala estaba chamuscada»
«Seguimos el descenso como si nada y, en cuanto el avión tocó tierra, todo el mundo se puso a aplaudir al unísono porque estábamos bien acojonados. Luego vimos que una parte del ala estaba chamuscada, así que el rayo debió de caer ahí», detalla este testigo.
El diseño de los aviones hace que estén perfectamente preparados para resistir el impacto de un rayo debido a un principio de la física llamado ‘Jaula de Faraday’, que hace que el fuselaje actúe como un escudo. Así, la corriente eléctrica viaja por la superficie exterior del avión y vuelve a la atmósfera, dejando el interior completamente protegido. Además, los sistemas críticos y los tanques de combustible están fuertemente protegidos y aislados para evitar chispas o fallos eléctricos.
El rayo que cayó sobre este avión que despegó de Ibiza no fue una excepción, ya que Málaga llegó a estar el sábado en alerta roja meteorológica y se activó el sistema de avisos masivos ‘EsAlert’ en un total de 27 municipios de la provincia. Además, el servicio de Emergencias 112 Andalucía atendió a lo largo de la jornada casi 70 incidencias relacionadas con las lluvias, aunque no hubo que lamentar daños personales ni materiales de importancia.
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