Durante miércoles, jueves, viernes y sábado pasado se realizó en Buenos Aires la Segunda Conferencia Internacional de la Federación de Periodistas y Medios Solidarios con el Sahara Occidental. Se realizó en la sede de la CTA Autónoma, en pleno centro porteño, y llegaron hasta allí periodistas de distintas partes del mundo. Entre ellos, dos muy especiales: desde los territorios del Sahara Occidental ocupados por Marruecos, Ahmed Ettanji, director de Equipe Media; y desde el exilio, Fatma El Galia, presidenta de la Liga de Periodistas y Escritores del Sahara Occidental en Europa. Pero también estuvo participando el poeta Mohammed Alí Alí Salem, quien hace un par de años visitara el Bosque de la Poesía de Villa Carlos Paz.
Él es el representante del Frente Popular para la Liberación de Saguia el Hamra y Río de Oro (Polisario) en Argentina, pero tiene categoría de embajador de un pueblo que lucha por el reconocimiento de su Estado.
El pueblo saharaui está dividido en cuatro. Una primera parte, la inmensa mayoría, cerca de 700 mil personas, en el territorio ocupado por Marruecos, que es casi el 70 por ciento del total, con 186 mil kilómetros cuadrados y una costa de 1.100 kilómetros. Sus principales riquezas son los fosfatos y la pesca. Una segunda parte son los territorios liberados, con más o menos unos 74 mil kilómetros cuadrados y un “Muro de la Vergüenza” de 2.720 kilómetros de extensión que construyó Marruecos, plagado de minas antipersonales. En ese territorio, liberado el Frente Polisario, verdadero frente de liberación nacional, se lleva adelante una guerra anticolonialista contra el Reino de Marruecos, y, por lo tanto, ahí no hay más que soldados ahora. Luego, unas 200 mil personas viven en los campamentos de refugiados saharauis en territorio que Argelia generosamente les otorga, en el desierto. Por último, está la diáspora saharaui, de unas 25 mil personas, la mayoría en España, antigua metrópoli colonial, que, a la muerte de Franco, abandonó irresponsablemente el territorio, dejándolo a expensas de la invasión y ocupación marroquí.
Desde ese momento, 50 años de ocupación, opresión, robo y violaciones a los derechos humanos por parte de Marruecos, bajo la complicidad de las potencias occidentales. Luego de la primera parte de la guerra de liberación, que duró hasta 1991, la ONU mandó a realizar un referéndum de autodeterminación que Marruecos nunca permitió. Actualmente, con el genocidio actual que el Estado de Israel está infringiendo al pueblo palestino, es difícil llamar la atención de la causa saharaui. Pero lo terrible de la situación es que pareciera que se tiene que llegar al punto de un genocidio para que el mundo empiece a prestar atención.
Por eso, los periodistas de distintos países del mundo, principalmente de América Latina y Europa, debatieron durante tres días sobre cómo difundir una realidad ocultada. La primera conferencia de esta red mundial de comunicadores se había hecho el año pasado en los campamentos de refugiados de Tinduf, en territorio argelino.
En esta segunda conferencia, además de tomar compromisos para visibilizar la causa de este pueblo que lucha por su independencia, se resolvió crear una red latinoamericana, al estilo de la ya existente existe Red Argentina de Periodistas y Comunicadores por la Descolonización del Sáhara Occidental, presidida por Mariano Vázquez, de la Secretaría de Relaciones Internacionales de la CTA Autónoma.
La República Árabe Saharaui Democrática, que proclamó el Frente Polisario, fue reconocida en noviembre de 1984 por la mayoría de los países de la entonces Organización para la Unidad Africana, hoy Unión Africana, ente de la cual es miembro pleno, y condición que se ha consolidado. Hoy, es reconocida por 84 países en el mundo, entre los que no está Argentina.
Para la ONU sigue siendo un territorio no autónomo pendiente de descolonización, dentro de la lista oficial del Comité de Descolonización (Comité de los 24). Y la potencia colonial de derecho sigue siendo España, que mira para otro lado y sigue intentando desentenderse del tema. Ahora peor que antes, porque el actual gobierno de Pedro Sánchez ha roto la tradición española que era apoyar la solución democrática que respetase el derecho de autodeterminación de los pueblos. Sin embargo, ahora cambió su postura y apoya el proyecto marroquí de querer maquillar el problema con una autonomía para el Sahara Occidental, pero soberanía de la monarquía marroquí. Mientras tanto, continúan las detenciones, las torturas los exilios y, sobre todo, la falta absoluta de libertad de expresión y libertad de prensa en los territorios ocupados.
Por eso, esta nota intenta cumplir con el compromiso de la Segunda Conferencia Internacional de la Federación de Periodistas y Medios Solidarios con el Sahara Occidental. Se hizo estos días en la Argentina, para difundir un genocidio en cuentagotas y una ocupación ilegal por parte de Marruecos. El pueblo saharaui merece que el mundo conozca su digna lucha por la libertad