Una escena tensa, pero elegante, se vivió en la última emisión de La Noche de Mirtha. La protagonista fue nada menos que Karina Jelinek, quien asistió al programa con su habitual estilo glam y respuestas cuidadas, pero no pudo evitar quedar en el centro de una inesperada observación de la anfitriona.
Todo comenzó cuando Mirtha Legrand, con su clásica mezcla de agudeza y charme, le dijo a Jelinek: “Vos no sos muy de ir a la televisión, ¿no? ¿No te gusta?”. A lo que Karina respondió sin dudar: “Voy cuando me siento cómoda, estoy como muy selectiva”.
La respuesta fue sincera y directa, pero Mirtha, con la información que manejaba, no se quedó ahí. Sin ocultar cierta molestia, retrucó con tono tajante: “Pero ella se hace rogar…”. La modelo, sorprendida, la interrumpió enseguida: “¡No, no, no! ¡Por favor! Para nada. Que no se malinterprete. Yo valoro cada invitación y que se acuerden de mí porque es un honor”.
Pero Mirtha no dio marcha atrás, y explicó el motivo de su comentario: “No, yo hice el comentario porque las chicas de producción me dijeron: ‘Sí, la llamamos, pero no está segura de venir’. ‘¡Ay, que venga, que venga!’”, relató la conductora, exponiendo cómo Jelinek había dudado en aceptar la invitación.
Jelinek, intentando aclarar la situación, insistió: “Me encanta ir donde yo me siento cómoda, donde no… ¡no! Y listo. Aprendí. No voy a ir a sentarme a un programa que me pregunten cosas incómodas. Encima pierdo mi tiempo y la paso mal”.
Legrand, entonces, terminó cediendo y dándole la razón: “Sí, tenés razón, querida. Hay que seleccionar a dónde uno va”. Con sonrisa firme, Karina remató: “Sí, soy exclusiva, Mirtha”. El intercambio fue breve pero dejó tela para cortar.
Una clara muestra de cómo, los códigos entre figuras públicas pueden tensarse con apenas una frase bien colocada. La escena rápidamente se viralizó en redes, donde los usuarios debatieron si la diva estaba simplemente bromeando o si hubo una sutil reprimenda pública a Jelinek por “hacerse rogar” a la hora de ir a la mesaza.