Por qué el Bitcoin puede seguir batiendo máximos, según un experto en criptomonedas

Los mercados financieros en Europa operan con señales de cautela ante el resurgimiento de tensiones comerciales entre Estados Unidos y la Unión Europea, impulsadas por recientes declaraciones del expresidente estadounidense Donald Trump. La inquietud se refleja en caídas moderadas en los índices bursátiles de España y más pronunciadas en plazas sensibles como la alemana. En este contexto, el analista de iBroker, Antonio Castelo, advierte que el entorno actual podría acentuar la volatilidad en un período de bajo volumen típico del verano boreal.

Castelo subraya que los mercados aún se muestran complacientes frente al contexto geopolítico y económico, y remarca la posibilidad de que la guerra arancelaria entre Estados Unidos y Europa vuelva a cobrar relevancia en las próximas semanas.

La retórica proteccionista por parte del presidente Trump, en medio del calendario electoral estadounidense, es uno de los factores que podría alterar el equilibrio actual.

Además del posible resurgimiento de barreras comerciales, los mercados están atentos a la publicación del dato de inflación de junio en Estados Unidos. El informe se dará a conocer esta semana y, según Castelo, podría comenzar a evidenciar el impacto de los aranceles, aunque aclara que su efecto completo en los precios podría demorar algunos meses.

Inflación e inicio de temporada de resultados, puntos clave para los inversores

De acuerdo con el analista, si se confirma un repunte en la inflación, sería el segundo mes consecutivo con incrementos, lo que alimentaría las expectativas sobre las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal (Fed). En este marco, los datos inflacionarios podrían condicionar la evolución de los rendimientos de la deuda soberana estadounidense.

El otro elemento que entra en juego esta semana es el inicio oficial de la temporada de resultados en Estados Unidos, con la publicación de balances de los grandes bancos. Aunque no se esperan variaciones drásticas en los números, el mercado se mantiene a la expectativa de si los resultados serán lo suficientemente sólidos como para impulsar los índices bursátiles. Esto ocurre mientras el S&P 500 y el Nasdaq OMX se encuentran próximos a los máximos históricos registrados recientemente.

Bonos soberanos en el centro de atención

Castelo también pone el foco en el mercado de bonos, especialmente los estadounidenses. Señala que la combinación de temores arancelarios e inflación podría presionar al alza los rendimientos de la deuda soberana. Este fenómeno podría darse incluso sin un aumento en los precios del petróleo, que históricamente ha sido uno de los factores que impulsan la inflación.

En ese sentido, el analista advierte sobre la posibilidad de una ampliación en los diferenciales de rendimiento entre los bonos estadounidenses y alemanes. Esto también impactaría en la relación euro/dólar, reflejando la percepción de los inversores sobre la política fiscal y económica de Estados Unidos. Un incremento de la incertidumbre podría traducirse en mayor demanda por activos considerados seguros, desplazando flujos de inversión.

Bitcoin gana protagonismo como alternativa de resguardo

En paralelo, el Bitcoin continúa ganando relevancia en las carteras de inversión. La criptomoneda superó los 122.000 dólares, marcando un nuevo máximo histórico. Según Castelo, su evolución refuerza su papel como un activo refugio, alternativa al oro, en un contexto de déficit fiscal persistente en Estados Unidos.

El analista remarca que la actual administración no ha mostrado señales de interés en reducir la deuda pública, lo que, sumado a elevados niveles de gasto, podría seguir impulsando la demanda por instrumentos de cobertura frente a una posible pérdida de poder adquisitivo del dólar. En este sentido, Bitcoin se presenta como una herramienta de preservación de valor, destacando por su portabilidad y la posibilidad de autocustodia, características que lo diferencian de los metales preciosos.

Castelo sostiene que algunos inversores podrían comenzar a reemplazar parte de sus tenencias en bonos por oro, mientras que una fracción de las posiciones en acciones podría migrar hacia criptomonedas como Bitcoin. Esta tendencia responde a un entorno marcado por la incertidumbre geopolítica y económica, donde la búsqueda de activos alternativos se intensifica.

Un contexto marcado por la prudencia

El escenario que se plantea para las próximas semanas combina varios elementos de incertidumbre: desde la evolución de la inflación en Estados Unidos, pasando por la posible reactivación de conflictos comerciales, hasta el comportamiento de los mercados bursátiles ante el inicio de la temporada de balances. A ello se suma el avance de Bitcoin como opción de cobertura en las estrategias de inversión, en un entorno donde las tasas de interés reales continúan en terreno negativo y los déficits fiscales se consolidan como estructurales.

Este panorama es seguido de cerca por los operadores de los principales centros financieros, quienes evalúan los posibles movimientos de corto plazo en los mercados, al tiempo que ajustan sus posiciones ante un posible cambio de ciclo. Con bajo volumen de operaciones y la proximidad del receso estival en Europa, cualquier dato que altere las expectativas podría tener un impacto amplificado.

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