Nicolás del Caño es conocido, no solo por ser un destacado referente del PTS y el Frente de Izquierda, sino por participar y acompañar resistencias diversas. Incluso por poner el cuerpo, como diputado, en manifestaciones que terminan en represión. En el último tiempo, acompañó cada jornada de lucha de los jubilados y jubiladas. También estuvo junto a los llamados «bomberos de la luz», los trabajadores despedidos de la empresa Secco. El Hospital Garrahan, el sector de Discapacidad, entre otras. Este es uno de los valores de la Izquierda: estar junto a todas las luchas del pueblo trabajador, poner las bancas de legisladores y legisladoras a su servicio.
Del Caño comenzó su militancia desde muy joven. Su padre, Norberto, llegó a vivir el «Cordobazo», como obrero gráfico de izquierda fue parte del último ascenso obrero y popular de los años ’70. Con esta tradición, Nicolás, desde los 15 ya se inclinó por la organización política del pueblo trabajador. Luego, en la Universidad de Córdoba, fue parte de la conducción del Centro de Estudiantes de Filosofía y Humanidades. A la par de estudiar y militar, tuvo trabajos precarios de venta ambulante, call center, entre otros; por lo que vivió la precarización laboral en carne propia y combatirla es una de sus sensibilidades más destacadas. Insiste Del Caño en que, con el desarrollo de la tecnología actual, podríamos trabajar 6 horas 5 días, con un sueldo que al menos alcance a cubrir la canasta básica familiar, y con plenos derechos laborales.
Del Caño fue diputado nacional en 2 oportunidades y siempre donó su dieta de legislador, cobrando lo mismo que una maestra. Junto a Myriam Bregman, Alejandro Vilca y otros referentes de la Izquierda, se destacó en oponerse a los pactos de sometimiento con el Fondo Monetario Internacional. Ahora encabeza la lista del Frente de Izquierda Unidad en la Tercera Sección electoral: «Votar al Frente de Izquierda Unidad, es dar un fuerte mensaje al poder económico y a sus cómplices», afirmó en una reciente entrevista.