Una treintena de focos, llamas virulentas y calor extremo: el dispositivo contra el fuego en Galicia empieza a desbaratarse

Azuzadas por vientos cambiantes, temperaturas extremas y una prolongada ola de calor, las llamas -que han provocado tres víctimas mortales y decenas de heridos- siguen sin dar tregua en la mitad de España. Las estimaciones apuntan a más de 115.000 hectáreas abrasadas en la última semana, con unos 38 focos activos. Preocupa especialmente la situación en Zamora y Galicia, que mantiene cortada su comunicación ferroviaria con Madrid. Los agentes también han cortado carreteras, algo que, en pleno puente festivo de 15 de agosto, ha hecho que unos mil de conductores estuvieran parados en la A-52.

Con 30.000 hectáreas quemadas, Ourense es la provincia más castigada, donde todavía permanece activado el nivel 2 de alerta y los incendios descontrolados consumen ya más de 26.000 hectáreas. El caos es de tal calibre que la Xunta ha admitido que el dispositivo «empieza a desbaratarse». El director general de Montes, Manuel Rodríguez aseguró que los motivos para asegurar eso eran la cantidad de focos abiertos y la virulencia de las llamas.

Efectivamente, el enemigo a combatir es de gran intensidad, gran tamaño, incontrolable y alteran la atmósfera. Son las cuatro patas que convierten a un fuego forestal en un incendio de sexta generación, conocidos como megaincendios. Generan unas condiciones meteorológicas tan extremas que son casi imposibles de predecir y controlar dada su velocidad de propagación y su capacidad para generar tormentas y vientos. Los métodos convencionales apenas pueden con ellos.

Los bomberos profesionales también se sienten ya desbordados. Sergio Fidalgo, bombero forestal en El Bierzo, en León, asegura en TVE que las jornadas no está bajado de 14 o 16 horas diarias, llegando incluso a 21 horas. Los descansos, tan necesarios, son irregulares y también ha habido problema con el avituallamiento. Estos días, más de un propietario de un bar se ha dedicado a preparar cientos de bocadillos para que los profesionales puedan alimentarse.

Carreteras cortadas

Once carreteras, dos de ellas nacionales, continúan cortadas, la mayoría están en las provincias de Cáceres y Palencia, según informa la Dirección General de Tráfico (DGT). Las dos carreteras nacionales afectadas son la N-525 en A Gudiña (Ourense) y la N-630 a su paso por Cáceres, en ambos sentidos entre Aldeanueva del Camino y Plasencia.

El fuego entre Ourense y Zamora sigue descontrolado y el trabajo se centra en salvar las casas que están más amenazadas por las llamas. De momento, no ha llegado a ninguna vivienda, pero el incendio está descontrolado y muchos vecinos lloran de pensar que pueden perder su hogar, sus animales o el pasto para alimentar a sus animales. En la comarca zamorana de Alta Sanabria, donde ha habido que desalojar a más de 1.700 personas. También preocupa que el incendio de Orallo (León) este entrando con tanta fuerza en Asturias.

Extremadura

En Extremadura, la situación invita igualmente al pesimismo. Y eso que algunos vecinos de la localidad de Cabezabellosa se seguían resistiendo a abandonar sus casas a pesar del peligro inminente. Al final, lo hicieron por la fuerza. En toda la comunidad, no hay descanso para los efectivos de extinción ni para los miles de ciudadanos que llevan ya cuatro noches fuera de sus casas. El problema es que cuando unos incendios comienzan a estabilizarse, como el de Jarilla, toman fuerza otros, especialmente en Alburquerque y Pallares, donde ya se han calcinado 2.500 hectáreas y 40 personas fueron evacuadas mientras que se pidió a los casi 900 vecinos de Villagarcía que permanecieran confinados en sus hogares, con ventanas y puertas cerradas.

El monte valenciano es un polvorín por el abandono de más de 176.000 hectáreas agrícolas

Mientras, en València, donde el abandono de más de 176.000 hectáreas agrícolas convierte el monte valenciano en un «polvorín», los medios que participan en los trabajos de extinción del incendio forestal declarado el miércoles en Teresa de Cofrentes, que ya ha arrasado alrededor de 504 hectáreas de superficie, han detectado durante la noche dos puntos calientes en los que se han «empleado especialmente», según informa Emergencias de la Generalitat.

Este viernes, además, el peligro de incendios sigue siendo muy alto o extremo en la mayor parte del país, según ha informado la AEMET en las redes sociales. El riesgo, añade, seguirá en niveles muy altos o extremos durante el fin de semana y el lunes, días en los que la ola de calor seguirá azotando la Península.

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