Una oportunidad única para pescar diversas especies en un solo día en el Río de la Plata

El estuario rioplatense tiene la virtud en este último tramo del invierno de brindarnos múltiples especies. En condiciones óptimas, el aficionado puede elegir que pez pescar en un destino extraordinario y a solo minutos del centro porteño. Con ese plan, días pasados nos encontramos con el guía Ezequiel Mostaza. Bien temprano estábamos en la guardería Altos del Canal ubicada en Villa La Ñata, con una fe inquebrantable de poder pescar las diferentes especies que nos regala el Plata en este momento. Desde pejerreyes a bagres de mar con carnadas naturales, y dorados como tarariras con artificiales. 

La embarcación partió con rumbo a la desembocadura del Río de la Plata con el Paraná Guazú, ya con todo preparado. Desde carnadas, señuelos a equipos, todo esta listo. Un café con facturas matizaba la espera en una navegación interna muy bonita y tranquila, ya que no tocamos a río abierto. Una vez llegados al lugar elegido, la experiencia del guía llevó a que arranquemos intentando con los bagres de mar. Plomos al agua y los piques no se hicieron esperar. Una captura tras otra, con cantidad y calidad de ejemplares. Los piques eran sutiles, pero al clavarlos se desataba una violenta pelea como les apasiona a los pescadores que gustan de luchar con los famosos mimosos. 

Aunque nosotros usamos cañas de 20 a 40 lbs, (1 libra: 450 g), algunos suelen usar equipos más livianos, de 15 a 30 lb. Rotativos tamaño 6500 con multifilamento de 0.30 mm y plomos corredizos de 220 gramos, que pueden variar según la correntada. Los anzuelos N° 5/0, con encarnes de anchoas y calamar, las más rendidoras. 

Tras dar con la primera especie buscada, fue el momento de movernos e ir a hacer bait. Unos 20 minutos más tarde estábamos clavando dorados de muy buenos tamaños, pescando a la deriva golpeando las costas entre los palos y barrancas. Una temporada de lingotes dorados que nunca se terminó y permite disfrutar de una pesca increíble, con cañas de 10 a 20 lb, reeles rotativo bajo perfil tipo huevito con multi 0.28 mm y señuelos varios, como bananas, mojarras paletas quebrada y de media agua, tanto paleta uno como dos. 

Con los mismos equipos que pescamos dorados, nos adentramos en los arroyos internos en búsqueda de las tarariras. Los piques no se hicieron esperar y las ranas anti enganche con hélice como los señuelos crack chicos de paleta uno. Las dientonas invernales estaban presentes y eran una de las figuritas difíciles de esta salida. 

El cierre fue muy cerquita de donde pescamos los bagres de mar. Allí dimos con los famosos y tan buscadas flechas del plata que pican firme en una temporada que costó, pero está mostrando un cierre increíble con unos tamaños brutales y todos pejerreyes parejos, con piezas de hasta 1,400 kg. En este caso, como siempre usamos cañas tradicionales telescópicas o de tramos de 4 a 4,50 m. Líneas de dos boyas y bigoteras, con brazoladas que van de los 5 a 20 cm, con anzuelos N° 1/0 a 2/0 y mojarra viva como carnada, intercalando con el filet de dientudo. 

El Río de la Plata atraviesa un gran momento. Embarcados, la pesca está a punto caramelo y nos da la posibilidad de elegir y combinar diferentes técnicas. La zona norte, un plan para no desperdiciar por estos tiempos. 

Servicios:

  • Ezequiel Mostaza. Guía con servicio all inclusive que sale todos los días de Villa La Ñata. Tel.: (011) 4033-7853 En Redes: Instagram. Facebook.

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