Una nueva tecnología rompe los límites de lo real: permite recibir objetos físicos que provienen de la realidad virtual

Un equipo de investigadores ha desarrollado una interfaz realidad virtual-robot que permite a los usuarios seleccionar objetos virtuales en un entorno digital y recibir el objeto físico equivalente en el mundo real, al instante y de manos de un robot invisible.

Especialistas de la Universidad de Princeton, en Estados Unidos, han creado una innovadora tecnología que fusiona la realidad virtual con el mundo físico, uniendo ambos universos con un hilo casi imperceptible. El sistem permite que objetos virtuales se conviertan en reales, mediante la intervención de un robot que permanece invisible al usuario, gracias a avanzadas técnicas de renderizado digital.

La propuesta, que será presentada a través de un nuevo estudio en el ACM Symposium on User Interface Software and Technology (UIST) en Busan, Corea, entre el 28 de septiembre y el 1 de octubre de 2025, busca transformar la forma en que interactuamos con entornos mixtos. En una demostración, los usuarios pueden pedir una bebida o un paquete de snacks mientras usan un visor de realidad mixta. Lo que comienza como una imagen virtual se convierte, minutos después, en un objeto físico entregado por un robot oculto a la vista.

De acuerdo a una nota de prensa, el usuario con un casco de realidad mixta selecciona con un gesto de la mano el producto, que aparece flotando en su entorno virtual. Mientras el objeto se muestra como píxeles, un pequeño robot real se desplaza por la sala y coloca el objeto físico exactamente donde el usuario lo espera. Tras unos segundos, el objeto deja de ser solo imagen y pasa a ser tangible. El objetivo final, según los autores, es que la tecnología desaparece detrás de la experiencia.

No hay magia

Aunque parezca, no hay magia: el robot, equipado con su propio visor de realidad mixta, integra un sistema que escanea cada rincón del entorno y genera una réplica digital precisa. Esto permite borrar elementos físicos del campo visual, como el robot en movimiento, o añadir objetos virtuales con realismo sorprendente.

Uno de los desafíos técnicos más importantes fue lograr una comunicación intuitiva entre el usuario y el sistema. Para ello, los científicos diseñaron un método de interacción basado en gestos manuales simples. Por ejemplo, el usuario puede señalar un objeto a distancia y pedir que se coloque en otro lugar. El gesto se traduce en comandos que el robot ejecuta, todo sin necesidad de interfaces complejas ni controles físicos.

En otras palabras, el propósito no es mostrar el robot ni los mecanismos detrás de la entrega, sino ofrecer una experiencia fluida en la que el usuario sienta que interactúa directamente con el entorno, sin interrupciones técnicas.

Mundos que se unen

Aunque el sistema aún requiere escaneos detallados del espacio físico, los investigadores planean automatizar este proceso en el futuro, posiblemente asignando la tarea a otro robot. Esta mejora permitiría que el sistema se adapte rápidamente a nuevos entornos sin intervención manual, facilitando su uso en hogares, oficinas o espacios públicos.

Referencia

Reality Promises: Virtual-Physical Decoupling Illusions in Mixed Reality via Invisible Mobile Robots. Mohamed Kari et al. UIST 2025.

Las aplicaciones potenciales de esta tecnología son amplias: desde colaboración remota y educación inmersiva hasta entretenimiento y videojuegos. Se podrá pedir un objeto virtual durante una reunión en realidad aumentada y recibirlo físicamente sin notar cómo llegó. O disfrutar de experiencias interactivas donde lo digital y lo tangible se entrelazan sin fisuras.

En definitiva, este proyecto marca un paso audaz hacia un futuro donde las fronteras entre lo virtual y lo físico se desdibujan. Lo que antes parecía ciencia ficción ahora es una posibilidad tangible, gracias a la combinación de robótica, visión computacional y diseño de interfaces humanas.

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