Tras el triunfo en las elecciones legislativas de este domingo, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires definió este lunes la implementación de un nuevo régimen de recaudación del Impuesto sobre los Ingresos Brutos que alcanza a las billeteras virtuales por primera vez en el distrito.
La medida fue publicada mediante la resolución 25/2025 y ejecutada por la Agencia de Recaudación de Buenos Aires (ARBA). Significa un golpe a proveedores de servicios de pago como Mercado Pago, Ualá y Naranja X, que deberán actuar como agentes de retención sobre los montos acreditados en las cuentas digitales de sus usuarios. En ese sentido, deben informar al sistema las acreditaciones, retener los importes que correspondan y depositarlos en las cuentas fiscales de cada jurisdicción.
De esa manera, la provincia se suma a otras 19 que ya adhirieron al sistema, que comenzó a aplicarse a partir de 2021 con una entrada en vigencia progresiva. Con Buenos Aires, serán 20 las jurisdicciones adheridas.
Ya adhirieron Catamarca, Córdoba, Corrientes, Chaco, Chubut, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, Mendoza, Misiones, Neuquén, Río Negro, Salta, San Juan, San Luis, Santiago del Estero, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Cada una fija sus alícuotas, mínimos y condiciones, y el sistema centralizado distribuye los fondos.
El tema generó tensiones semanas atrás entre Mercado Libre y Santa Fe, que este verano elevó Ingresos Brutos de 5% a 9% para los servicios financieros. La provincia que conduce Maximiliano Pullaro desarrolló “Impulso Comercial”, programa de apoyo a pequeños comercios al que adhirieron la mayoría de los proveedores de servicios de pago, entre ellos, Mercado Pago.
En él, las empresas les bajan los costos a los comercios que quieren recibir pagos digitales, a cambio de reducir la alícuota de Ingresos Brutos establecida en 9% a 6,5%, según una resolución de mayo pasado.
Pero en julio, Mercado Libre aumentó las comisiones a los vendedores de su plataforma en Santa Fe también en Córdoba y Jujuy, argumentando que cobrará más caro en aquellas provincias con mayor carga impositiva, a la vez que redujo sus cargos en los distritos con tributos más bajos.
Cómo funcionará en Buenos Aires
La normativa se aplicará a partir del 1° de octubre para plataformas que ya figuran en el listado de agentes de recaudación de la Comisión Arbitral del Convenio Multilateral, y desde el 1° de noviembre para las que aún no están incluidas, pero cumplen con los requisitos.
Desde ARBA señalaron que el Sistema de Recaudación y Control de Acreditaciones en Cuentas de Pago (Sircupa) es un régimen de percepciones y retenciones impositivas que se aplica sobre los ingresos acreditados en billeteras virtuales y cuentas de pago.
Aclararon que “no es la creación de un impuesto adicional, sino una disposición que busca ordenar el sistema tributario”. “La medida se enmarca en la necesidad de armonizar criterios con el resto de las jurisdicciones del país y, al mismo tiempo, garantizar un tratamiento equitativo para todos los medios de pago”, destacaron.
Por ejemplo, un kiosco cobra $ 100.000 en el mes a través del código QR de una billetera virtual, informa esas operaciones al Sircupa y, según lo que definan las provincias en las que el contribuyente tiene actividad, le corresponde una percepción de, por ejemplo, 1,5%. Así, se le descuentan $ 1.500 y se acreditan $ 98.500. Ese monto queda como pago a cuenta de impuestos provinciales.
El régimen alcanza tanto a contribuyentes locales como a aquellos inscriptos bajo el Convenio Multilateral −organismo que coordina la recaudación entre las provincias− y contempla retenciones sobre importes en pesos, monedas extranjeras −excepto dólares estadounidenses− y otros instrumentos de poder adquisitivo equiparable.
El Sircupa surgió como una extensión del Sistema de Recaudación sobre Tarjetas de Crédito y Compra (Sirtac), que ya aplicaba percepciones sobre tarjetas de crédito y débito. Desde ARBA consideraron que, a medida que las fintech y las billeteras electrónicas ganaron participación de mercado, una parte cada vez mayor de la actividad económica empezó a pasar por allí en lugar de por los bancos.
Por eso, el sistema fue diseñado por la Comisión Arbitral del Convenio Multilateral con el objetivo de evitar que esas operaciones queden “fuera del radar” del sistema tributario.
Cristian Girard, director ejecutivo de ARBA, afirmó que “cuando asumió Axel Kicillof, los saldos a favor acumulados representaban más de tres meses de impuesto declarado, producto de años de una lógica que castigaba la formalización” y sumó que “hoy ese indicador se redujo a 0,9, lo que significó devolver más de $ 1 billón en capital de trabajo al sector privado”.
“Esta decisión se suma a un conjunto de medidas que buscan reordenar el esquema tributario y favorecer a quienes cumplen, como la digitalización de comprobantes de retención, la inscripción automática y depuración de agentes de recaudación, la simplificación para pymes y profesionales, y la implementación del régimen de Saldos a Favor Cero (SAF 0), que asegura que las y los contribuyentes no acumulen créditos innecesarios con el fisco y dispongan de mayor liquidez para la producción y el empleo”, resaltó.
“Lo cierto es que, cuando asumimos, la recaudación se sostenía principalmente en las retenciones bancarias. Hoy, en cambio, el canal central son los pagos directos. Con el Régimen Simplificado de Ingresos Brutos logramos excluir a más de 1,3 millones de contribuyentes de todos los regímenes de retenciones, y con el nuevo régimen para buenos cumplidores profundizamos ese mismo camino”, concluyó Girard.