La Cancillería rechazó las operaciones de una petrolera israelí en las Malvinas

La Cancillería emitió este viernes un sorpresivo comunicado en el que expresó “su más enérgico rechazo” a lo que llamó “actividades ilegales llevadas a cabo por la empresa Navitas Petroleum LP en las Islas Malvinas”. Y afirmó que “opera de manera ilegítima en territorio argentino sin contar con los permisos de exploración y explotación de hidrocarburos otorgados por la autoridad competente de la República Argentina.”

Por otra parte, el texto le recordó a Londres que “toda exploración y explotación unilateral de recursos naturales, renovables y no renovables, en el área en disputa resulta contraria a lo dispuesto por la Resolución 2065 (XX) y concordantes de la Asamblea General de las Naciones Unidas y del Comité Especial de Descolonización.”

Esas resoluciones efectivamente reconocen la existencia de una disputa de soberanía entre la República Argentina y el Reino Unido, e instan a ambos gobiernos a reanudar negociaciones a fin de alcanzar, a la mayor brevedad posible, una solución pacífica a la controversia, remarcó el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. Fue uno de los grandes logros de la diplomacia argentina, hace sesenta años en este 2025, y que se vieron opacados por el desembarco argentino de abril de 1982, la guerra y las políticas pendulares de este país.

El texto de la Cancillería es además fuerte en el sentido que remarca que por la Resolución de la Secretaría de Energía N° 240/2022 del 18 de abril de 2022, la empresa Navitas Petroleum fue “declarada clandestina y sus actividades calificadas de ilegales por desarrollar operaciones hidrocarburíferas en territorio argentino sin autorización de las autoridades competentes.” En su momento, el kirchnerismo impuso sanciones para las petroleras que operan en Malvinas, lo que nunca se cumplió en la realidad.

El comunicado de la cartera del ministro Gerardo Werthein se produce justo en el contexto de la llegada del nuevo embajador del Reino Unido ante la Argentina. Sucesor de Kirsty Hayes, David Cairns, llegará al país en las próximas horas para empezar su misión en Buenos Aires.

El comunicado también sorprende porque el Gobierno mantiene desde hace más de un un mes el pedido de plácet de estilo para que el diplomático de carrera Luis María Kreckler, en los papeles cónsul en San Pablo pero de máxima confianza de Karina Milei y del canciller Werthein, sea embajador ante Londres. El plácet está bajo análisis, y con normalidad aseguran. Reemplazará a la también diplomática Mariana Plaza.

El gesto argentino fue contundente también porque Navitas es una empresa que tiene su origen en Israel, aliado al gobierno de Javier Milei. Está asociada a la británica Rockhopper para iniciar operaciones hidrocarburífera en las aguas en disputa de Malvinas, que también argentina reclama. Para el caso, sorprendió también que la embajada argentina en Israel retuiteara el comunicado de la Cancillería. Ocurre que el mensaje no sería hacia el Estado israelí sino británico. Y Navitas es una empresa privada.

La empresa Navitas no se expresó sobre el comunicado argentino hasta el momento. Pero voceros del Foreign Office reiteraron lo siguiente: “El Reino Unido apoya inequívocamente el derecho de los habitantes de las Islas Falkland a explotar sus recursos naturales en beneficio de su propia economía. Esto forma parte integral de su derecho de libre determinación, que está expresamente recogido en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. La exploración de hidrocarburos en las Falkland es una actividad comercial legítima.»

Insistieron en que «todas las actividades relacionadas con los hidrocarburos en la plataforma continental están reguladas por la legislación del Gobierno de las Islas Falkland, en estricta conformidad con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Además, las empresas que realizan perforaciones en aguas de las Falklands están obligadas a cumplir algunas de las normas más estrictas a nivel internacional y son inspeccionadas periódicamente.”

La Cancillería Argentina reitera su más enérgico rechazo a las actividades ilegales llevadas a cabo por la empresa NAVITAS PETROLEUM LP en las Islas Malvinas, que opera de manera ilegítima en territorio argentino sin contar con los permisos de exploración y explotación de… pic.twitter.com/udVUDzP9js

— Cancillería Argentina 🇦🇷 (@Cancilleria_Ar) September 12, 2025

Largo conflicto

Es un deseo del Reino Unido y de las Islas extraer petróleo en el Atlántico Sur desde los años setenta, cuando se expusieron las primeras versiones más fuertes de que hay enorme riqueza sobre el recurso.

Cuentan expertos en Malvinas por fuera del Gobierno y Cancillería que desde hace meses venían pidiendo al Gobierno que se pronunciaran contra Navitas. Incluso consideran que hay que iniciar contra ellos un procedimiento arbitral en virtud de la CONVEMAR y pendiente la constitución del tribunal pedir una cautelar al Tribunal de Hamburgo. Tal como se hizo con la Fragata Libertad, retenida por la justicia de Ghana en 2012, a pedido de fondos de inversión que eran acreedores de la Argentina

A mediados de año, la petrolera postergó por segunda vez el inicio de su proyecto en Sea Lion (que es en realidad off shore), donde tiene un 65% de las acciones mientras que el restante 35% es de la británica Rockhopper Exploration.

La realidad es que estaban con problemas de financiamiento con costos de un proyecto que para entonces estimaban en US$ 1.400 millones sólo para extraer petróleo de la primera fase del desarrollo, según decía un comunicado de la empresa.

The Argentine Ministry of Foreign Affairs reiterates its most energetic rejection of the illegal activities carried out by NAVITAS PETROLEUM LP in the Malvinas Islands, which operates illegitimately in Argentine territory without having the exploration and exploitation permits https://t.co/4spSMyVwjB

— Argentina en Israel (@argenisrael) September 12, 2025

Al parecer, ahora sí hay señales de que consiguieron el dinero para arrancar con el trabajo, lo que sería histórico. Ya hubo grandes petroleras en los noventa que se retiraron del proyecto Malvinas. Después llegaron empresas británicas más chicas, todas asociadas unas a otra con compañías no británicas. Esta es la primera israelí en el Atlántico Sur. La información no es precisa.

Al llegar al poder Milei, se pensó que por su expresa admiración por la ex primer ministro Margaret Thatcher -quien llevó a las tropas de su país a la victoria sobre Argentina de 1982, pero a quien el Libertario elogia por su política económica-, su gobierno iba mantener una política por demás abierta con los británicos. Pero por un lado, al gobernar un laborista y no un conservador ahora como Keir Starmer, Milei evitó todo tipo de relación con Londres. Por el otro lado, al reemplazar a la canciller Diana Mondino el canciller Werthein mantuvo una política como se dice, «Malvinera».

El canciller puso en el freezer los acuerdos que en un comunicado acordaron Mondino y el ex secretario del Foreign Office, David Lammy, el 24 de septiembre pasado cuando se reunieron durante el viaje de Milei a las Naciones Unidas, en Nueva York. Lammy es ahora viceprimer ministro y secretario de Justicia y fue reemplazado en el FO por Yvette Cooper. No hay contactos con Werthein, por ahora. El desafío es que se reúnan a fin de mes en la ONU, como Mondino y Lammy.

Tal como lo escribió este diario en ese comunicado del año pasado -que es público- se acordó «finalizar la tercera fase del Plan Proyecto Humanitario conjuntamente con la Cruz Roja Internacional, así como también organizar un viaje de familiares de caídos a las Islas antes de fin de 2024, para que puedan visitar las tumbas de los soldados que allí descansan.” Los familiares lo reclaman pero eso está paralizado.

Y entre otras cuestiones, avanzaron en reanudar el vuelo semanal de San Pablo a las Islas, que se realizaba una escala mensual en Córdoba. No hubo nada de ello.

Nada de ello avanzó y los británicos están muy enojados por la situación. Era previsible. El próximo 30 de septiembre, los veteranos de guerra esperan al canciller Werthein, quien presidiría la primera reunión del Consejo Nacional de Malvinas, que nunca se reunió bajo el gobierno de Milei.

El comunicado de este viernes recuerda que las resoluciones de la ONU incluyen las «ilegítimas Declaración de Impacto Ambiental y Evaluación de Impacto Socioeconómico” del proyecto “Sea Lion”, la extensión de pretendidas “licencias” de producción, la contratación de proveedores de servicios, así como los recientes anuncios de Navitas sobre la recaudación de fondos para el desarrollo del reservorio hidrocarburÍfero ubicado en la Cuenca Malvinas Norte, costa afuera de las Islas Malvinas.

Estas medidas constituyen, afirmaron desde la Cancillería -donde varios diplomáticos del kirchnerismo son los que asesoran al Canciller y forman parte de su círculo íntimo- acciones unilaterales e ilegítimas del Reino Unido, incompatibles con lo dispuesto por la Resolución 31/49 de la Asamblea General, que «insta a las partes a abstenerse de introducir modificaciones unilaterales en la situación mientras las Islas se encuentran sujetas al proceso de negociación recomendado por las resoluciones pertinentes de Naciones Unidas.»

Y dicen que firmeza: «La Argentina insta a la empresa referida y a otras entidades a abstenerse de financiar o participar en dichas actividades ilegales, las cuales se encuentran sujetas a acciones legales, administrativas y judiciales conforme a la normativa argentina» para luego recordar los «legítimos e imprescriptibles derechos de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.»

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