El verdeo es una de las campañas que más empleo agrícola genera en Andalucía, y especialmente en la provincia de Sevilla, donde la aceituna de mesa está extendida por distintas comarcas -como el Aljarafe, La Vega, La Campiña, la zona de Estepa o la Sierra Sur-. Este año, las previsiones son optimistas. Así lo constata Gabriel Cabello, presidente del Consejo Sectorial de Aceituna de Mesa de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, que asegura que en esta cosecha «hay buena calidad, porque ha llovido en primavera».
En estas semanas, las miradas están puestas en el cielo. Las lluvias a finales de septiembre o principios de octubre serían «muy propicias» para elevar el volumen de la producción, que podría superar las 600.000 toneladas en Andalucía, una cifra a la que no se llegaba desde hace tres años, después de dos campañas especialmente duras por la sequía.
Campaña por variedades
Por variedades, la manzanilla, que se recoge en zonas como el Aljarafe o campos de Utrera, la previsión de recogida es similar a la del pasado año, «en torno a los 150 millones de kilos«, sumada a la Carrasqueña y a la que llega de Extremadura. La misma circunstancia se da en la gordal, cuya campaña será también parecida y alcanzará en torno a los 25 millones.
La «gran duda» está en la hojiblanca, que puede oscilar entre las 250.000 y las 300.000 toneladas y, «dependiendo de las lluvias», podría superar incluso esa cifra. «El comportamiento en el sur de Córdoba está siendo bueno, en localidades como Lucena, Puente Genil, al igual que en la Sierra Sur, en Granada y en el norte de Málaga, donde hay bastante aceituna», indica Cabello.
Finca de olivar en la provincia de Córdoba. / Archivo / CÓRDOBA
En cualquier caso, Cabello advierte que el agua no es buena en todos los casos, ya que más adelantado octubre las lluvias podrían precisamente perjudicar a variedades más tempranas como la manzanilla y algunas parcelas de secano no se podrían recolectar. Hay que tener en cuenta que el verdeo este año va más retrasado que años anteriores, por lo que la campaña se podría extender «incluso hasta la primera semana de noviembre».
El calor de los últimos meses también ha afectado a la aceituna, aunque la calidad «es muy buena». Las altas temperaturas inciden en el tamaño y al denominado agostado, que es que la aceituna se arruga un poco. «Por eso, para que luego la aceituna se vuelva a estirar, hace falta un poquito de agua y que bajen las temperaturas», explica Cabello.
Contratación en origen
En lo que se refiere a los principales problemas que se encuentran los agricultores en esta campaña, la falta de mano de obra es uno de los más importantes. «Estamos viendo la manera de contratar en origen, aunque es algo muy complejo», explica el representante de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía. Hasta este año, el sector de la aceituna de mesa no había utilizado esta fórmula, aunque en la campaña actual se plantean hacer pruebas.
«Es un tema que tenemos que plantear a medio plazo, y por este motivo estamos al habla con agricultores de la fresa de Huelva y también con otros de Almería para ver cómo lo hacen ellos y aplicarlo nosotros, ya que nuestra dificultad es que hay mucha pequeña explotación y habría que hacerlo a través de algún instrumento que coordinara a todos los agricultores», destaca.
Aranceles de EEUU
La aceituna negra ha sido especialmente castigada por los aranceles de Estados Unidos, ya que partían de un arancel del 32 antes del 15% anunciado por Donald Trump, por lo que suma un total del 47%. «Es para no mandar ni una aceituna», se lamenta Cabello, que indica que hay empresas que están presentes en el país norteamericano y logran sortear algunos aranceles. Ahora, se suma la aceituna verde a las tasas, con el 15% genérico, mientras que los principales competidores del sector, como Marruecos, Egipto o Turquía tienen un 10%. «En este caso no se nota apenas nada en el volumen de los pedidos», asegura, aunque añade que en el caso de la aceituna de mesa general el consumo se resiente «porque al final lo paga el consumidor norteamericano».
En cualquier caso, Cabello hace un llamamiento a la calma. «Me gustaría transmitir un mensaje de tranquilidad porque la aceituna española tiene muy buen prestigio a nivel mundial y las empresas de nuestro país tienen una seguridad alimentaria a la que, a día de hoy, no llegan otros mercados, y eso es muy importante para los clientes«, ha enfatizado. Además, ha afirmado que la vista está puesta en otros mercados. «El sudeste asiático es una apuesta en los últimos años que se está consolidando», ha asegurado.