Exclusivo! Marcelo Polino habló como nunca de su vida íntima y contó cuándo fue la última vez que tuvo sexo con una mujer

Si hay algo que caracteriza a Paparazzi desde sus inicios… son los chimentos. Por eso en esta oportunidad decidimos hacer una serie de entrevistas especiales a destacados periodistas de espectáculos que hacen a la farándula argentina siendo el invitado para este primer episodio Marcelo Polino, quien lleva 27 años haciendo radio en el mismo día y horario.  

En una charla íntima y amena, el comunicador que supo, incluso, escribir para esta revista en su formato papel habló como nunca de su vida personal, laboral y sentimental. ¡Un segmento en el que ahora son ellos los que revelan sus secretos mejor guardados!

– Algunas veces se habló de que saliste con personas del medio como Alejandra Rubio y Carmela Fisher, la hija de Pipo Pescador. ¿Cuándo fue la última vez que estuviste con una mujer?

– Hace muy poquito. Una semana

– ¿Pero estás solo en este momento de tu vida?

-Sí. No tengo pareja, no tengo hijos y soy huérfano. No hay nadie más solo que yo.

– ¿Cuándo fue la última vez que dijiste ´te quiero´?

– Soy muy de decirlo. Soy muy querendón, no sólo en relación de pareja sino que también con amigos. A mi ahijada Matilda, la hija de Luciana Salazar, soy de decirle que la quiero. 

-Dijiste que estabas muy solo. ¿Por qué te gusta o le esquivás al compromiso?

– Soy una persona muy comprometida pero estoy todo el tiempo haciendo de Polino. Entonces, cuando llego a mi casa necesito tranquilidad. El fin de semana no hago nada literal. Estoy en mi casa. 

– ¿Te es fácil manejar tu intimidad? Porque acabás de decir que estuviste con una mujer y cuando nosotros nos dedicamos a hablar de la vida de los demás en tu caso no se expone.

– Yo hace rato me alejé de ese chimento fuerte de indagar en la vida privada del otro. Y es orgánico porque tampoco soy una persona que tiene una vida «guau». Siempre fui muy relajado pero teniendo tantos trabajos tampoco me queda mucho tiempo.

– Cuando te ves con alguien, ¿cómo resguardás esa intimidad?

– No me lo planteo, salgo y no me escondo. 

– ¿Qué te dolió más, no haber podido concretar la adopción o no haber recompuesto el vínculo con tu papá?

– A mi papá no lo conocí nunca. Mis viejos se separaron cuando yo tenía 2 años. Cuando me vine de Tres Arroyos a Buenos Aires y me hice famoso tenía la ilusión de que él iba a aparecer en el canal. Salía del canal y miraba a ver si estaba, pero nunca vino.

-¿Te pesa? ¿Lo trabajaste?

– Tengo 17 años de psicoanálisis en la cabeza y eso me ordena los patitos. Ya no voy a terapia, pero cada tanto hago un refresh. La cita diaria semanal fue ese tiempo ininterrumpido.

– ¿Alguna vez, por las informaciones que dabas, tuviste miedo por tu vida?

– Tuve dos ataques, uno a la salida de Movete con Carmen Barbieri y otra vez en la entrada de mi casa. Hablaba mal de algunos famosos. Vinieron a la puerta del canal y me apuntaron con un arma. En la puerta de mi casa me pegaron un trompazo que me lo mandó supuestamente alguien importante.

– ¿Le tenés miedo a la muerte?

– No, a la muerte no, pero al paso del tiempo, al deterioro físico, sí. Vengo de acompañar a Antonio Gasalla en su final. La mente más brillante que tuve cerca. Los últimos años que no me reconociera fue muy tremendo. Lo viví muy de cerca. He hecho buenos vínculos con gente que nos vamos a acompañar en la vida.

-El Wanda Gate no da respiro. En su momento defendiste a la China Suárez. Hoy, ¿de qué lado estás?

– Del lado de Marcelo Polino. Sí me gusta que ella hable. Porque al no haber hablado tantos años dio pie para que mucha gente hablara y de más. Puedo coincidir o no en las formas o en ciertas cosas pero me parece bien que hable.

– ¿Y con Lali Espósito cómo quedó la relación?

– No tengo más contacto. Ella se portó muy mal conmigo. Y a partir de ese problema que tuve con ella lo aclaré telefónicamente. Todo lo que dije en los medios primero se lo dije a ella. Si la veo la saludo. No tengo nada grave.

– Con tantos años en el medio, ¿Qué famoso sentís que te traicionó?

– En general, no tengo dolor porque no tengo charlas con ellos. Se cómo se manejan, que es todo muy utilitario. Hoy te sirvo, te llaman, por eso no tengo grandes dolores o desilusiones. Pero lo que hizo Lali sí me molestó.

– Trabajaste con Yanina Latorre. ¿Es fácil ser su compañero?

– Trabajé bien, pero hubo un final raro en la radio y cuando la radio la desvinculó empezó a hablar mal de mí y a responsabilizarme de la situación. En ese momento me voy a vivir a Chile y no estaba para contestarle en vivo. Un día estaba en el cumpleaños de 50 del marido de Amalia Granata y ella viene, me agarra , nos pusimos a bailar y nos abrazamos.

– ¿Cuál es la figura del periodismo de espectáculos más importante de la historia para vos? ¿Lucho Avilés, Luis Ventura, Jorge Rial, Angel de Brito u otro… ?

– Para mí el más importante fue Lucho porque me dio la primera oportunidad. Nunca había entrado a un estudio de televisión. Entré de la mano de Marcela Tauro cuando Rial se iba, y me quedé. Me acuerdo que un día iba en colectivo y al otro día era famoso. Dejé radio Mitre para irme a la tele. El programa hacía 25 puntos de rating todos los días. Aprendí todo ahí porque nunca estudié nada, no estudié periodismo. 

– Pero te gustaban los medios…

–  Yo quería ser famoso. Vivía en Tres Arroyos y veía a Mirtha Legrand, cómo estaba bien vestida, que ganaba premios. Quería estar en televisión. Así que cuando terminé el secundario me vine. Quería estar en la tele, eso para mi era encontrar la felicidad. ¡Y nada más lejos! Pasaron 30 años ya. 

– ¿Y dónde está la felicidad?

–  No voy a renegar de la tele y el medio porque yo, de dormir en la plaza y no tener un mango, me hice una posición económica buena, vivo muy bien. En esta etapa de mi vida la felicidad está en tomar los trabajos y hacer las cosas que me gustan y hacen bien, por ejemplo en teatro con Fátima Flórez me la paso super bien, saco el niño interior, me cago de risa, me cambio 7 veces de ropa.

– Estás a pocos años de la edad para jubilarse. ¿Te retirarías? 

– En realidad, trabajo porque me gusta. Económicamente ya no necesito. Por eso elijo. Me llaman para hacer programas de chimentos y ya no quiero más. 

– No has dado noticias que lastimen o perjudiquen a otros….

– No. Trato de no hacerlo. Tengo el diferencial de ser gracioso. Le busco la vuelta al chimento. 

– Ni bien llegaste te dije que estás impecable vestido y que te cuidás la piel. Tu look es una marca registrada.

– Lo del moño es gracias al Chato Prada. Una amiga se fue de viaje y me dijo que me traía un pañuelo. Me trajo un moño y en el Soñando por bailar me lo puse. Competimos con Gran Hermano y le ganamos en rating entonces el Chato me dijo ´no vengas más sin moño´. Estaban los de mozo y no habían y con tela me los hicieron. Y ahí me quedé con el moño. Los trajes me los hago con telas que me compro cuando viajo a París una vez al año. Tengo 2 sastres de oficio. Debo tener 500 trajes. Los guardo, a veces los combino. 

– En cuanto a la estética, ¿También te ocupás?

– Empecé a hacer medicina Ortomolecular hace 12 años, me cuido, no tomo alcohol, no me drogo, no fumo, no tomo sol. Tengo una vida ordenada. 

– ¿Una asignatura pendiente?

– Recibí más de lo que esperaba. No tengo algo de lo laboral. Y personal no, tengo que ser agradecido. La vida me dio más de lo que esperaba.

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