Sharing
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Donde la cobertura no llega, la colaboración sí:
cómo la tecnología une el campo y la ciudad
Este tercer episodio forma parte de la serie “Connecting the Dots” de Cellnex, un videopodcast que explora cómo los operadores colaboran y comparten infraestructuras para garantizar un servicio adecuado.
Sharing (compartir) es una palabra que es tendencia, compartimos recuerdos, experiencias, e ideas, compartimos nuestra vida en redes sociales y tenemos una vida digital. Sin embargo, hay sitio donde el acceso a internet sigue siendo todo un reto.
A nivel mundial a día de hoy, el 44% de la población vive en zonas rurales y es un dato que sigue decreciendo. No obstante, gracias a la tecnología, están surgiendo nuevas iniciativas que son alternativas reales a la vida en la ciudad. Además, en zonas remotas con escasa población los operadores aúnan fuerzas para garantizar servicio. Veamos algunos casos:
España
Elio López (Abadín, Galicia, 3.000 habitantes) CEO de Innogando.
La tecnología puede ayudar a facilitar el trabajo en granjas: Rumi monitoriza el comportamiento del animal (en este caso, vacas) mediante un sistema que cuenta con panel solar y tiene toda la información sobre cómo está éste en tiempo real. Los datos se envían a la “nueve y se analiza con IA para enviar alertas al granjero. La conexión estable en estas zonas es un desafío porque apenas hay personas, pero es posible en este caso por la tecnología LoRa (Low Range).
Junto a Cellnex en el sur de Portugal hemos llevado un proyecto piloto de 6.0000 hectáreas, una ubicación sin cobertura móvil. Ahí, Cellnex ha instalado antenas que permite llevar la cobertura a los campos y ahora solo queda, colocar los collares a los animales y ya está todo el funcionamiento operativo preparado.
Innogando ha llegado a implementarse no solo en España y Portugal si no que ya ha llegado en otros países como en Nueva Zelanda. Gracias a la conectividad y aplicaciones de este tipo, el mundo agrícola está más conectado que nunca; Es una forma de continuar creciendo de forma sostenible, combinando la tradición con la innovación.
Para que cualquier dato llegue al ordenador es esencial el acceso al internet. Sin embargo, cuando hay una densidad baja de población en una area concreta en zonas rurales hace muy difícil que los operadores de telecomunicaciones puedan justificar la inversión en una cobertura completa. Y, ¿Entonces qué ocurre?, ¿Cómo es el proceso?
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La Unión Europea proporciona financiación y establece el marco regulador.
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Los gobiernos nacionales y regionales crean planes estratégicos y lanzan licitaciones.
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Los ayuntamientos y las cooperativas ayudan proporcionando lugares de instalación.
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Los operadores privados despliegan o comparten la infraestructura en colaboración con otras empresas de infraestructuras. En este último paso es donde entra en juego el uso compartido.
Es Competencia y colaboración: Construir una torre de comunicación única en una zona remota es tanto costoso como complejo. El coste es de millones. Por ello, antes se evalúa la ubicación para garantizar la cobertura y la viabilidad técnica.
Francia
Sede de Cellnex, Thomas Bertrand, CEO de Cellnex Francia.
Que los operadores de telecomunicaciones compartan infraestructura tiene dos claros beneficios:
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Inversiones sostenibles en la ampliación de la cobertura y la calidad del servicio para los operadores móviles.
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Reducción de la huella de carbono de las redes móviles. Y, por lo tanto, se mutualiza el impacto.
Pero cuál es el mayor reto: Llevar la conectividad a áreas rurales donde hay una combinación de limitaciones logísticas, medioambientales y tecnológicas. Y, en las ciudades muchas de nuestras instalaciones están en azoteas y, por ello, es interesante tener acuerdos de emplazamiento que permita instalar cuatro operadores y pagar solo un alquiler, dado que es un entorno restringido.
Compartir en el sector, ¿determina el futuro? Si, compartir es el futuro de Cellnex y telecomunicaciones. Un modelo neutral es el futuro.
Un caso de éxito
Juan Barbed CEO de Rooral
Rooral hace que las zonas rurales vuelvan a ser atractivas ahora que hay internet de alta velocidad, asegurando que la gente tenga lo que necesita para trabajar a distancia desde zonas que corren riesgo de desaparecer. La empresa trabaja con pequeñas aldeas de menos de 500 habitantes para que estén preparadas para ofrecer alojamiento, espacio de trabajo y puedan participar en muchas actividades viviendo con autenticidad e inmersión cultural.
