Luto en Córdoba por la partida de Daniel Willington
Daniel Willington, una figura histórica de Talleres y leyenda del fútbol argentino, falleció a los 83 años el lunes 3 de noviembre. Recordado como uno de los jugadores más emblemáticos de la historia de Talleres y del fútbol cordobés, Willington es considerado uno de los máximos ídolos de la institución albiazul. Fue protagonista de los momentos más gloriosos del club y autor de uno de los goles más recordados en los clásicos cordobeses.
Daniel Alberto Willington, oriundo de Guadalupe (Santa Fe), se radicó en Córdoba a los siete años, luego de que Talleres fichara a su padre, Atilio “el Toro” Willington. Su infancia transcurrió en Villa Revol, a dos cuadras de La Boutique, donde empezó a desarrollar el don que definiría su carrera: una pegada implacable. Tras destacarse en el club Avellaneda, firmó con Talleres el 27 de mayo de 1959 y debutó oficialmente el 7 de junio de ese año, con apenas 16 años, en la victoria 5-2 frente a Huracán de La France.
El día que el “Loco” se vistió de celeste
A pesar de ser el «prócer mayor» de la historia del club de barrio Jardín, Willington protagonizó en 1981 un hecho que hoy resultaría simplemente inimaginable. En aquella época, la rivalidad entre Talleres y Belgrano todavía daba margen para la «tolerancia y la racionalidad».
Por ello, el 25 de febrero de 1981, los albiazules le hicieron un singular «préstamo» a sus «primos» celestes: el de Daniel Willington, quien vistió la camiseta de la «B» en un súperclásico cordobés. El encuentro se organizó para homenajear al Belgrano de 1971, enfrentándolo al Talleres que jugaba el Metro del 81.
Willington relató que la decisión de vestir la camiseta rival surgió de la frustración del momento: “Yo llegué a la cancha creyendo que iba a jugar para Talleres. Pero como no me tuvieron en cuenta me fui enculado al vestuario de Belgrano”. Tras charlar con ‘el Tito’ Cuéllar, quien intercedió ante el técnico celeste ‘Quique’ García, se concretó la chance de jugar para Belgrano. Talleres, en un gesto de «colaboración», también cedió a Rafael Pavón y José Omar Reinaldi para la ocasión.
La reunión fue un éxito, y el marcador resultó todavía más «bizarro»: los «viejitos» de Belgrano se impusieron 3-1. Willington, quien para entonces estaba retirado desde 1979 y aún no se había operado de la cadera, fue aplaudido de pie por Alberdi. Él aseguró que la decisión de vestirse de celeste por una noche nunca le trajo reproches, sintiendo la suerte de que lo quieren «en todos lados». El clásico finalizó en paz y a pura fiesta.
Con información de Gustavo Farías