A veces, el mayor enemigo de la felicidad no está afuera, sino adentro. Hay signos que, cuando las cosas van bien, sienten miedo de perderlo todo o de no merecerlo, y terminan alejándose justo cuando estaban a punto de alcanzar la paz que buscaban.
Virgo: Cuando todo parece funcionar, su mente empieza a buscar fallas. Analiza, compara y se convence de que algo saldrá mal. Su perfeccionismo le impide disfrutar del momento, aunque en el fondo sepa que lo merece.
Escorpio: Le cuesta confiar en que la felicidad puede durar. A veces provoca conflictos para comprobar si el otro realmente se quedará. Su intensidad lo lleva a desconfiar del equilibrio, como si la calma fuera una trampa.
Capricornio: Se exige tanto que cuando por fin logra lo que quiere, no lo disfruta. En lugar de celebrar, se enfoca en lo que falta. Le cuesta creer que la felicidad también puede ser simple.
Piscis: Se enamora de los ideales, pero cuando la realidad llega, duda. Siente miedo de que la magia se rompa, y termina alejándose para no sufrir antes de tiempo. Su sensibilidad lo hace soñar… y también huir.
