El ciclo menstrual y el suelo pélvico, los dos focos de la medicina para ayudar al deporte femenino

La medicina está empezando a ponerse las pilas. Hasta hace poco (y aún en muchos ámbitos sucede), no se tenían en cuenta las particularidades del cuerpo femenino. Más allá del ciclo menstrual, que obviamente es una gran diferencia y determinante en el día a día de una mujer, hay otros aspectos, como el cuidado del suelo pélvico, que ahora están empezando a ponerse sobre la mesa. Además de por cómo puede afectar todo ello a la maternidad, hay una lógica que parece estar supeditada a un segundo plano que en realidad es capital: la deportista debe sentirse bien durante su carrera y tener las herramientas y el conocimiento para poder cuidarse.

Es por ello que en ELEVA, el primer Congreso Internacional de Fútbol Femenino de la RFEF, la salud femenina debía tener un espacio propio. Eva Ferrer, responsable de salud femenina del Barça Innovation Hub que forma parte del comité de expertos de salud femenina en UEFA, volvió entonces a poner sobre la mesa este tema. «La regla es un signo de salud«, confiesa la doctora, que remarca que la educación sobre el ciclo menstrual no solo debe ir dirigida a las futbolistas, sino a todas las mujeres. Cuantos más conocimientos haya, más fácil es identificar lo que a una le sucede.

Y es que, muchas veces, las futbolistas viven procesos duros relacionados con la salud menstrual como la amenorrea. Esta consiste en la ausencia de los periodos menstruales de una mujer. Las causas pueden ser varias, pero una de las principales es el síndrome de baja disponibilidad energética. «Va muy asociado a alteraciones del ciclo menstrual porque tenemos un déficit respecto a lo que consumimos energéticamente», explica la doctora. Este síndrome se da cuando no estamos comiendo lo suficiente para mantener las funciones corporales normales junto con el estrés del ejercicio.

Estudio individual

Para evitarlo, los clubs están adoptando un cuidado holístico de sus futbolistas. Ya no solo importa cuándo y cómo entrenan, obviamente el epicentro del cuidado de una deportista de élite, sino que la nutrición, el descanso y el sueño son aspectos que también deben cuidarse para que puedan rendir al máximo nivel de una manera respetuosa con su cuerpo.

«Se puede individualizar la gestión de los ciclos menstruales de las futbolistas siempre teniendo en cuenta los recursos«, confiesa Eva Ferrer, quien ha implantado en el Barça un programa que estudia los ciclos de las deportistas. «Con estos datos tenemos idea a nivel de calendario de cómo varían los ciclos menstruales, pero no deja de ser un dato teórico. No conocemos realmente qué le está pasando a esa hormona». Esto permite no solo saber su estado de salud general, sino ubicarlas dentro del ciclo menstrual para valorar cómo está hormonalmente su cuerpo.

Sin embargo, es eso: teoría. Con diferentes estudios en diversos clubes u organizaciones se está empezando a tener datos con los que poder desarrollar proyectos y teorías de la afectación real del ciclo menstrual en las deportistas. «Existe una dificultad en identificar las fases del ciclo menstrual. Una misma mujer puede tener un ciclo menstrual distinto en cada ciclo», señala Blanca Romero, preparadora física de la selección femenina de fútbol. «Para poder planificar hay que considerar esto como una variable más«, añade.

Sin evidencias claras

Además de por la salud de las deportistas en su día a día, todo apunta a que el ciclo menstrual tiene un papel importante en las lesiones. «Sobre la teoría, la mayoría de publicaciones remarca que durante la fase preovulatoria y ovulatoria hay más riesgo de rotura del ligamento cruzado«, cuenta Eva Ferrer. Sin embargo, aún no existe evidencia concluyente que demuestre que las fases del ciclo menstrual influyan de forma sistemática en el rendimiento deportivo o en el riesgo de lesión en el fútbol femenino. Esta es una de las principales conclusiones de la Declaración de Consenso de la UEFA sobre el seguimiento del ciclo menstrual en el fútbol femenino, publicada en septiembre.

Este remarca que «el principal valor del seguimiento del ciclo menstrual reside en la promoción de la salud y el bienestar de la jugadora, permitiendo identificar irregularidades, síntomas recurrentes y posibles problemas como la baja disponibilidad energética» así como que «es necesaria más investigación de alta calidad, longitudinal y específica del fútbol, que tenga en cuenta factores contextuales como la carga de entrenamiento, el estrés y los viajes».

El suelo pélvico, otro foco

Además del ciclo, otro de los elementos que se ha introducido en el cuidado de las futbolistas, más en la parte de preparación física, es el entrenamiento del suelo pélvico. Este es la estructura de músculos, ligamentos y tejido conectivo que sostiene los órganos pélvicos y abdominales. Más allá de servir como soporte, posibilita que los órganos de esta zona realicen correctamente sus funciones.

«El 50% de las futbolistas tienen incontinencia urinaria por no trabajar el suelo pélvico. Hacen falta especialistas que entren en juego en la preparación física», zanja Sandra Moreno, fisioterapeuta especializada en suelo pélvico.

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